Londres.— Las grandes decisiones están tomadas: la boda será en el Castillo de Windsor el próximo mayo, las invitaciones fueron enviadas y el vestido de novia probablemente ha sido elegido.

Desde hoy, faltan sólo 50 días para la unión del príncipe Enrique, de 33 años, y la actriz estadounidense Meghan Markle, de 36. Es momento de decidir los detalles que harán que una gran boda real se sienta íntima.

Esa es la visión de Anna McGregor, directora de Wedding Gallery, una de las principales agencias de planificación de bodas de Gran Bretaña. Su imperio en el centro de Londres ofrece de todo, desde tajes de novia hasta menús de degustación y gemelos festivos en forma de sombreros de copa.

“Has elegido el menú, así que probablemente ahora sea momento de elegir las bebidas. Decidir cuánto vino necesitarás es una de las partes más divertidas de planificar una boda, pues se hace una gran degustación de vinos”, dijo.

¿Su recomendación? En la mayoría de los casos, una botella de champaña y una botella de vino por invitado, más cocteles para después de la cena “y cerveza para los jóvenes”.

Siendo esta una boda real, “estoy segura de que tienen una linda bodega de la que pueden seleccionar”, agregó.

Un gran reto por delante, dijo, es la distribución de los asientos. Ese puede ser un proyecto de semanas incluso para parejas que deben calcular los puestos para 10 o 15 mesas.

Enrique y Markle han invitado a unas 600 personas a las nupcias en la Iglesia de San Jorge y recepción vespertina. Eso son mínimo 60 mesas, si usan mesas para 10 personas. Por la noche tendrán una reunión más exclusiva, para unos 200 invitados.

Algunos nuevos detalles están emergiendo. El Ministerio de la Defensa dijo esta semana que regimientos y unidades asociadas con los años de Enrique en el ejército ofrecerán apoyo ceremonial durante la boda y el desfile en carroza. Más de 250 miembros de las Fuerzas Armadas participarán en esta tarea.

El pastel de bodas será una mezcla de limón con flor de saúco hecha por la repostera Claire Ptak.

Funcionarios del Palacio de Kensington se han guardado muchos detalles clave del matrimonio, real incluyendo la súper secreta lista de invitados. En días recientes informaron que las invitaciones fueron enviadas, pero no revelaron los nombres de los privilegiados destinatarios.

La pareja también invitó a 2 mil 640 personas de todos los estratos sociales para que acudan al área del Castillo de Windsor a verlos llegar y vean su procesión en carruaje desde un sitio con vista privilegiada.

En cuanto al vestido de novia, aún no se sabe quién diseñó el traje de Markle, lo que ha llevado a un juego de adivinanzas entre sus seguidores. ¿Será un diseñador británico o estadounidense? A la afortunada casa de modas que recibió la codiciada asignación sin duda le han pedido que guarde silencio.

Las pruebas de vestido probablemente ocurran en uno de los palacios reales, no en un salón para novias donde Markle podría ser vista por otras clientas y fotografiada con celulares.

Independientemente del vestido que lleve, McGregor anticipa que Enrique y Markle definirán los estilos para las bodas del próximo año, y más allá, no solo en cuanto a moda sino a vajilla, flores y look en general.

“Ella ya es un ícono de la moda”, dijo McGregor. Los miembros de “la familia real son íconos de la moda y lo han sido por generaciones. Así que sí, absolutamente, esta boda impondrá tendencias y modas”.

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