Con el gran número de denuncias de acoso y abuso sexual por parte de actores, actrices y empleados de distintas áreas del mundo de Hollywood, Pamela Anderson decidió apagar el fuego con bencina cuando fue consultada por los escándalos sexuales en los que se han visto involucrados personajes como Kevin Spacey, el cómico Louis C.K., el cineasta Brett Ratner, entre otros.
La actriz de "Los Guardianes de la Bahía" cuestionó a las víctimas, más específicamente a las mujeres que denunciaron al ahora ex reputado productor Harvey Weinstein. En una entrevista con la TV estadounidense, la también ex conejita Playboy le bajó el perfil a los casos, señalando que "no son tan escandalosos" porque "era ampliamente conocido que ciertos productores o cierta gente de Hollywood era gente que había que evitar".
"Sabes donde te metes cuando entras sola en la habitación de un hotel", remató Anderson. Para ella, "no es excusa" decir que los encuentros con Weinstein en un hotel eran seguros sólo porque habían sido acordados por agentes de las actrices afectadas.
"Creo que había formas fáciles de ponerle remedio. No me parece una buena excusa". La intérprete aprovechó la conversación para revelar que sí le han ofrecido dinero, casas y roles protagónicos en producciones si se acostaba con algunos hombres de poder.
"Aprendí a no ponerme a mí misma en esas situaciones. Cuando llegué a Hollywood, tenía un montón de ofertas para hacer castings privados y cosas que no tenían sentido, que se salían del sentido común".
Pamela Anderson habló de este tema a raíz de los abusos sexuales que sufrió en su infancia y juventud, como dio a conocer en 2014 en un discurso en el Festival de Cannel, donde contó que sus niñeras abusaron de ella entre los seis y los diez años, y que fue violada a los 12.
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