Farándula

"La democracia al 100% no existe en México"

Confía en el voto, no en los políticos, dice el autor del libro El efecto positivo; el cambio es individual

Toño Esquinca, locutor. (LUIS CORTES. EL UNIVERSAL)
06/11/2017 |00:00
Redacción
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janet.merida@eluniversal.com.mx

Cuando era estudiante de la UNAM, Toño Esquinca recuerda que se le iba a la yugular al gobierno y a Televisa. Hoy, cuenta, ha dejado de culpar al gobierno de todo y dice que la responsabilidad del cambio comienza en lo individual pero tiene que llegar a colectividad para que genere cambios en el país en 2018, año de elecciones presidenciales en México.

“Nos unen las tragedias pero desafortunadamente nos unieron cinco minutos porque a los otros cinco ya se estaban haciendo pasar por damnificados los que no eran. Yo no creo que a raíz de los sismos haya algún cambio —en lo político—. De hecho ya se nos olvidó. No se les ha olvidado a los que se están rompiendo la madre en Oaxaca y Guerrero pero aquí ya se les olvidó”.

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¿Vas a votar en las próximas elecciones?

Sí, claro.

¿Qué opinas de anular tu voto?

Si anulas tu voto estás pidiendo una anarquía, una no autoridad, al pedir esto, cualquiera puede comenzar a tener su propia autoridad y se pueden gestar movimientos que no son benéficos para el país.

¿Cuál es tu pronóstico para las elecciones?

No sé, quiero pensar que va a ser lo que sea mejor para mi país, sin embargo no lo sé porque no hay alguno de los candidatos de los que se habla que a mí me convenza.

El conductor y autor del libro Plan de vuelo recordó que hace cuatro sexenios que es consciente de los procesos electorales, por eso hoy tiene una perspectiva distinta del tema.

“Ojalá que sí haya un cambio para bien pero yo no creo que venga una clase política distinta, puede venir a gobernarnos Dios, Buda, la mejor persona puede venir y para 2024 vamos a decir que es el peor presidente del mundo aunque haya hecho milagros. Ya he vivido cuatro sexenios consciente verdaderamente y cada sexenio es lo mismo”.

¿Confías en la democracia?

Yo creo que no existe la democracia en México al 100% como debería existir. Ahora, el término democracia no significa muchas veces lo mejor para el país, porque si todo se sometiera a un aparato democrático muchas veces la mejor solución no estaría en manos de quienes ganan.

La democracia no siempre es justicia o no siempre es lo mejor para el país pero es cuando uno dice: ‘¡entonces dame una alternancia!’ porque si no es la democracia lo que funciona ¿qué es el que funciona?, pues el sistema de la educación y de la historia y de las bases que tenemos como sociedad; nosotros como ciudadanos tenemos que conocer de historia, tenemos que investigar, educar a los hijos, educar a los que van a votar por primera vez en la historia y que no saben qué es el PRI, el PAN, el PRD, saber quién es quién porque si no, estamos destinados a cometer estos errores. Es generar conciencia, decir: ‘mira, ya la regamos con este sexenio, el próximo sí se tiene que hacer una diferencia aplastante’.

La verdadera democracia es aquella que te invita a tener conciencia. Debería de haber una serie de papeles o flyers —con todo el presupuesto que destinan a los partidos— donde se diga cuáles son las historias de los partidos, de dónde vienen, avalado por una institución neutra.

En su reciente libro, El efecto positivo, Toño habla del cambio que comienza en lo individual pero no debe quedarse ahí sino llevarse a lo colectivo. En una de las paredes de su oficina en Radio Centro, desde conduce en Alfa 91.3 cuelga una hoja en donde se lee que hay que hacer lo correcto aunque nadie te esté viendo.

“Es algo que yo quiero creer, que una célula comienza a contagiar a otras”, comparte, y agrega que hoy la sociedad vive ensimismada en los teléfonos, solucionando problemas, bloqueando o borrando gente.

“Somos una sociedad en la que estamos encapsulados individualmente, una sociedad que tiene mucho coraje y una sociedad a casi nada de estallar pero desafortunadamente somos también una sociedad de memoria corta, por eso tenemos que estar constantemente ejercitándonos, hacernos fuertes.

“Quien llegue no va a venir a cambiar las cosas, somos los únicos que podremos cambiar las cosas”.

¿Pero qué pasa cuando nosotros nos empeñamos a cambiar pero los políticos no están interesados en hacerlo?

Yo creo que ahí es donde juega un papel fundamental la sociedad como lo jugó durante el sismo, que ya cuando llegaban rescatistas, la sociedad estaba organizada.

Sí creo que va a depender mucho de nosotros pero también de lo que nosotros decidamos comenzar a generar en colectividad.

Todos tenemos una sola nación y lo que queremos es ver bien a nuestro país pero hay que comenzar por ver que le vaya bien al que vive junto a ti. Comienza con tu casa, luego con el de al lado.

¿Crees que los políticos cambien o que algo pueda cambiarlos?

Chin, sí hay alguien, no sé quién sea. No creo que la clase política pueda llegar a cambiar a menos de que haya un grupo que geste el cambio pero tiene que ser un cambio apolítico, más cívico y el civismo tiene que ver más con la espiritualidad, es ser una persona que duerme feliz, que despierta con esperanza y que se va a dormir con agradecimiento pero porque sabe que está en el correcto camino de darse a los demás. A mí también se me calienta la boca y me enojo pero al final de cuentas ése es el mensaje, es decirles que no estamos perdidos, que no pongan todos los huevos en la canasta del que va a ser presidente porque vamos a seguir igual y sí, hay una luz, una esperanza.

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