La actriz estadounidense Ashley Judd dijo ayer a la cadena británica BBC que el productor Harvey Weinstein, acusado por decenas de estrellas de acoso sexual, la “dejó fuera” de proyectos cinematográficos porque, al no tenerle “miedo”, no accedió a sus deseos.
Weinstein, hasta hace apenas unas semanas una de las figuras más poderosas de la industria de Hollywood, fue denunciado por numerosas actrices, muchas de entre ellas muy conocidas, por su comportamiento sexista a lo largo de los años.
Judd, protagonista de películas como Doble traición (Double Jeopardy, 1999), y una de las primeras en denunciar públicamente la conducta del productor, reveló en una entrevista difundida hoy por el citado canal que Weinstein “saboteó” su carrera al dejarla “fuera” de importantes proyectos por no ceder a sus presiones.
“No me daba miedo Harvey Weinstein y creo que por eso él me excluyó”, indicó la intérprete, que en el pasado ya desveló que el productor la citó una vez en una habitación de hotel, en el año 1997, en lo que ella pensaba iba a ser un desayuno de trabajo, y una vez allí trató de abusar, sin éxito, de ella.
Según Judd, Weinstein “hizo un gran trabajo saboteando” su carrera y continuó con el “acoso” entre los años 1997 y 1999.
La actriz contó además que tenía “otros ejemplos” de casos de abuso por parte del productor, pero agregó que no ha “entrado en detalles” para no “darle publicidad”.
“En mi caso particular, lo que él dijo, y esto es una cita textual, de que no me había puesto un dedo encima, no lo hizo, porque me pude escapar de la habitación”, afirmó. Judd insistió en que el productor, que es padre de dos niños, la acosó, “abusó de su poder y se comportó con superioridad” con respecto a ella durante dos años.
Hace un mes, el director neozelandés Peter Jackson reveló que, en 1998, Weinstein le presionó para que no contratara a Ashley Judd y a Mira Sorvino para The Lord of the Rings (El señor de los anillos) cuando el productor se encargaba del proyecto.
Ayer mismo, la actriz Diane Krüger afirmó que el movimiento #Metoo, nacido tras el caso Weinstein, había cambiado las cosas en el mundo del cine “porque los hombres tienen miedo”, pero teme que estos cambios duren poco. “Temo que en seis meses, en un año, en 10 años, volvamos a caer en la misma conversación”.