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La cita en “Signature Flight Suport” , una sala de salida aérea para vuelos privados dentro del aeropuerto internacional de Miami , fue a las 04.30 de la mañana, para preparar todo con tiempo y abordar el Boing 737-800NG , perteneciente al Escuadrón aéreo 502, matrícula 3528, de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM) que el gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador envió a Miami para trasladar la mitad de las cenizas del Príncipe de la canción, José José; junto con sus dos hijos Marysol y José Joel . La prensa nacional e internacional fue invitada y EL UNIVERSAL también se subió al avión.
Al tiempo de arribar al lugar, alrededor de las 4 de la mañana, coincidió que iba llegando también la tripulación que transportaría las cenizas ; 10 en total, siendo el Teniente Coronel de la FAM Guillermo Pacheco el jefe al mando en tierra y el Mayor de la FAM Everardo Román, el piloto de la nave y por ende el responsable del vuelo durante la trayectoria. El vuelo de un Príncipe que lo llora su patria, que lo extraña y que le rinde homenaje cantando su música .
Previo a abordar,
mientras la prensa se concentraba en la sala de espera, llegaron al lugar la Directora de Comunicación del Consulado de México en Miami, Jessica Cascante, acompañada de Carlos de Alva, de Comunicación Social de la Cancillería mexicana. “El cuerpo fue cremado -ayer- y las cenizas divididas” respondió Cascante a pregunta expresa. Se esperaba que el vehículo con las cenizas y los hijos de José José llegaran en cualquier momento, pero a pesar de estar atentos, el vehículo no pudo ser visto.
Alrededor de las 05.30 de la mañana se pidió a los medios de comunicación que entregaran el equipo y maletas que viajaron en el compartimento para ello y enseguida se guió a los comunicadores para que subieran a una camioneta para ser transportados a las escaleras del avión.
Una vez frente a la nave de pasajeros de la Fuerza Aérea Mexicana los invitados de los medios fueron subiendo las escaleras e incorporándose a los asientos correspondientes de la hilera 8 para atrás. La pregunta era si ya habían subido los restos del Príncipe de la canción y dónde estaban Marysol y José Joel . Las cenizas del intérprete de “Volcán” y “Si me dejas ahora” fueron transportadas dentro del ataúd oro que se vio durante su homenaje en Miami. Una vez que los periodistas tomaron sus lugares, sus hijos subieron y se acomodaron en el área de primera clase sin saludar y sin hacer declaraciones.
Poco antes de despegar, el Capitán Víctor Hugo Peña dio las instrucciones de los documentos que se entregarían a los presentes , para ingresar a la República Mexicana una vez aterrizando, como mexicanos o extranjeros. Después de él, habló de manera discreta el periodista Oscar Argüelles , a cargo de Comunicación Social de la Secretaría de Relaciones Exteriores ; informó sobre la logística a seguir una vez en la Ciudad de México y rumbo a las distintas locaciones donde se le rindió tributo a José José ; comenzando en el Palacio de Bellas Artes y continuando en la Basílica de Guadalupe , la colonia Clavería y el Panteón Francés.
Pasaron casi 2 horas y amaneció.
Tras el refrigerio que se entregó, Argüelles preguntó a los hermanos Sosa si pasarían al aérea de la prensa para platicar, sin embargo, al parecer la respuesta fue negativa porque en ningún momento salieron.
Quien sí dio declaraciones en casi todo el trayecto fue el Diputado Sergio Meyer, quien se sumó al viaje a manera de “aventón” , dado que aseguro que su visita a Miami “fue una decisión personal, viaje con mis propios recursos -de ida- y mi interés fue ir a tratar de apoyar y conciliar los esfuerzos de la Cancillería y del Cónsul -de México en Miami- para que las familias llegaran a acuerdos; concretamente hablar con las dos Saritas para ver la posibilidad de llevar el cuerpo -de José José- completo -y sin cremar-, pero no fue posible” comento Mayer a EL UNIVERSAL.
“Al final José José es más que un cuerpo, más que unas cenizas, rebasa cualquier límite, y los mexicanos lo reconocemos y lo quieren despedir, no quieren controversia” aseguro.
Finalmente se escuchó la voz del Mayor Román anunciando que había comenzado el descenso y a los pocos minutos se ordenó sentarse a todo mundo y abrocharse el cinturón de seguridad.
Conforme bajaba la aeronave, la expectativa era grande sobre el recibimiento de México al Príncipe de la canción .
Una vez en tierra, se dio la orden de que prensa bajara por atrás de la nave para dar oportunidad de acomodarse y atestiguar el encuentro de los hijos mayores del cantante con su madre, Anel ; quien esperaba abajo acompañada de amigos y representantes del gobierno, pero flanqueados por decenas de periodistas a sus espaldas.
Bajaron los medios de comunicación que llegaba de Miami y como pudo se acomodó entre los colegas que ya habían acaparado los mejores lugares.
Se abrió la puerta del avión y bajaron José Joel y Marysol acompañados de amigos de su padre de toda la vida
y representantes de Comunicación Social de la Cancillería.
Anel y José Joel se fundieron en un profundo abrazo
que les saco las lágrimas. Lo mismo sucedió con Marysol. Terminaron ahí, bajo las escaleras del avión los saludos a los demás para dar paso al solemne recibimiento del ataúd dorado de José José con el que fue velado en Miami; pero esta vez no estaba el cuerpo dentro, estaban la mitad de sus cenizas.
Fue recibido por personal que lo cargó y respetuosamente lo depositó en una carroza fúnebre que minutos antes había hecho su aparición de manera extraordinaria, ya que se trato de un vehículo clásico.
Posteriormente se movieron unos metros atrás desde donde dirigieron las palabras esperadas.
El hijo mayor del intérprete fue el primero en agradecer a los medios y a todas las personas que ayudaron a que su padre regresara a México , aunque sea a la mitad de sus cenizas; en especial agradeció al gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrado r, a la Secretaria de la Defensa Nacional (SEDENA), al Secretario de Relaciones Exteriores (SER), a la Secretaria de Cultura y al Consulado General de México en Miami. “Gracias por lo que se logra. Gracias a los medios por habernos acompañado en esta travesía, en esta última aventura” aseguró José Joel; “gracias a mi familia, a mi madre que aquí está” dijo con el llanto en la garganta.
Marysol también agradeció
a todos los que ayudaron y participaron para ese momento. “Hemos traído al corazón de nuestro adorado Príncipe de la canción, de mi papá, ya está en su patria; muchas gracias a todos por su tiempo, por su paciencia. Mi padre, nuestro Príncipe José José ya está en México, muchas gracias”.
Anel, la segunda esposa del intérprete
de “Vamos a darnos tiempo” y “He renunciado a ti” tomó brevemente la palabra y se alegró mucho de que el gran artista de México de la canción romántica haya podido volver a su patria, aún en las condiciones en que sucedió.
Una vez terminadas las palabras de agradecimiento, nostalgia y felicidad la prensa llegada en el avión comenzó a moverse rápidamente para recoger su equipo y subir a los vehículos dispuestos para seguir la marcha fúnebre rumbo al Palacio de Bellas Artes .
Para los comunicadores, la nueva etapa de transporte terrestre fue bastante incomoda . No hubo espacio para todos ni para todo el equipo de trabajo, una vez lleno el único autobús mediano a disposición, miembros de la SEDENA y SRE tuvieron que improvisar con otros vehículos tipo pick up para cargar el equipo restante y transportar a algunos periodistas sin lugar.
Los tiempos eran importantes, el ataúd dorado esperaba para la formación . Minutos después se emprendió el camino al primer lugar donde se le rindió un muy emotivo homenaje al Príncipe de la canción.
Rumbo a Bellas Artes, los mexicanos demostraron el gran amor a su ídolo.
Mujeres hombres, jóvenes, adultos, ancianos, a pie, en auto, gritaban porras al gigante del amor, se detenían al verlo pasar, tocaban los claxon, cantaban sus canciones y las ponían a todo volumen. Era el paso de un auténtico Príncipe que fue despedido a su regreso y en cenias por todos sus admiradores como un verdadero rey.
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