El segundo embarazo de Irán Castillo le ha dado una gran felicidad, pero no ha estado exenta de preocupaciones, como ella y su prometido Pepe Ramos compartieron en un live, en el que hablaron sobre un complicado momento, cuando erróneamente su bebé fue diagnosticado con síndrome de Edwards o Trisomía 18, llevándolos a una difícil decisión.
"Siento que (hablar de nuestra experiencia) le puede servir a mucha gente que esté en este tema, que estén buscando hijos o que les estén haciendo estudios y estén angustiándolas, entonces es muy importante que lo compartamos tal cual es", declaró Irán Castillo.
Irán explicó que desde que se plantearon la idea de ser padres, decidieron consultarlo con su ginecólogo y desde un principio les planteó el panorama complicado, comenzando porque un embarazo de manera natural era complicado porque ella presentaba problemas hormonales y por eso les puso sobre la mesa la opción de la reproducción asistida, lo cual asegura no era nada barato; aún así decidieron intentarlo, y justo cuando comenzaba el proyecto de la telenovela “S.O.S. Me estoy enamorando”, la naturaleza les dio la sorpresa.
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"Fuimos al ginecólogo al primer ultrasonido a confirmar, y sí, confirmadísimo, estaba yo embarazadísima, nos pusimos contentos y felices, comenzamos a ir a nuestras visitas normales del doctor, a las 12 semanas nos hicieron un ultrasonido estructural y salió que todo súper bien; pero mientras tanto en este lugar donde yo iba por el tema de la edad, tengo 45 y muy orgullosamente lo digo, comenzaron a hacerme estudios carísimos, hasta que dieron con la cuestión de que era de alto riesgo mi embarazo, yo me preguntaba por qué, entonces me mandaron a hacer un estudio que se llama ADN fetal", compartió Castillo.
Fue en ese momento cuando comenzó la angustia de Irán, porque se encontraba en un centro comercial con su mamá y su hija Irka, cuando recibió la llamada del ginecólogo diciéndole que necesitaba hablar con ella.
"Me empezó a decir que mi bebé venía mal, que traía una trisomía que se llama 18, la más común es la trisomía 21 que es el síndrome de Down, pero en este diagnóstico es lo que se conoce como síndrome de Edwards, dicen que la posibilidad de vida del feto es casi improbable porque normalmente se muere el bebé dentro, o nace y al poco tiempo se muere, o tiene unas condiciones de vida muy complicadas; yo me quedé en shock y lo único que le dije al doctor fue: ‘por favor llámale a Pepe’".
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Al siguiente día, narró, fueron muy temprano para hablar con el médico, quien los atendió dos horas tarde y les explicó que por la condición del embarazo de Irán la opción la interrupción del embarazo.
"Es muy delicado decirle a una embarazada eso. Nos hicieron el ultrasonido otra vez, y ahí estaba todo bien. Cuando vienen con ese síndrome hay detalles que se alcanzan a ver en el ultrasonido, como anomalías, que si el cráneo, las manos o el corazón, cosas que un ultrasonido dicen, sí coincide, pero aquí no coincidía nada, entonces me dicen que me tenía que hacer otro estudio que se llama amniocentesis, pero la verdad es que ahí uno comienza a sentir algo y dices, cómo que no".
Desanimada y preocupada, Irán le compartió a Glenda, su doula o acompañante del embarazo; lo que el médico les había dicho y ella le aconsejó consultar a un especialista, así que Pepe Ramos investigó y encontró a la doctora y genetista Edna Aizpuru, quien los tranquilizó y le realizó a Irán el estudio de amniocentesis, es decir, le extrajeron líquido amniótico a la actriz para obtener el mapa genético del bebé.
"Ella nos dijo que el ADN fetal a veces puede no ser certero y la amniocentesis sí lo es, entonces que sí me la tenía que hacer. La verdad es que yo tenía mucho miedo, porque es una aguja enorme que entra en la pancita sí da mucho nervio, y con el embarazo uno está muy sensible, entonces le agradezco mucho a ella porque me calmó, me consintió y me hizo la prueba, pero nos dijo que no nos iba a decir nada hasta que tuviera un diagnóstico, pero que no nos preocupáramos, que además había más opciones, ella muy ética y esperándose a un resultado certero".
La actriz señaló que para saber los resultados tuvo que esperar un par de semanas, tiempo en el que la pasó mal anímicamente, porque la espera la angustiaba y no paraba de llorar, aunque su intuición le decía que todo estaba bien y no se equivocó, porque el resultado del examen salió normal y la doctora les aseguró que podían estar tranquilos.
"Desde el principio fue tu edad, estudios y estudios, mucha angustia, hay que ver bien con quién va uno desde el principio o quiénes son tus doctores, porque si ya te estás preocupando, tensando, piensas que algo está mal o tu cuerpo no está bien, todo eso tiene que ver... nos pusimos muy contentos cuando la doctora Edna nos dijo que el bebé estaba bien, que no venía con ninguna trisomía y que estaba sano, que podíamos comenzar a disfrutar del embarazo, obviamente cambié de ginecólogo", dijo Irán.
Entre las anomalías que Pepe Ramos detectó con el primer médico que los atendió en el embarazo es que nunca les mencionó que el ADN fetal no es una prueba que pueda diagnosticar de manera contundente un trisomía 18, porque no está diseñada para eso, pero además investigando el laboratorio que había realizado la prueba, que es de Estados Unidos, se dio cuenta que sus precios son mucho más baratos de los que el médico tratante les dio en México, y por si fuera poco en los datos de la paciente se consignó que el embarazo fue por fecundación in vitro cuando no fue natural, así que sin dudarlo cambiaron de ginecólogo.
"A lo mejor están generando que mujeres induzcan al aborto, por no hacer una prueba que sí sea de diagnóstico", dijo el prometido de Irán.
Pepe señaló que esto no lo hacen para evitar que las futuras mamás se hagan estudios que les pida su médico, sino para recomendarles que si reciben una noticia como la que a ellos les dieron pidan una segunda o hasta tercera opinión, además de pedirles a los profesionales de la salud que sean más éticos y empáticos con sus pacientes.
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mafa