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El cineasta austríaco Michael Haneke, doble ganador de la Palma de Oro en Cannes, considera que el movimiento #Metoo de denuncia de abusos sexuales se ha convertido en una “caza de brujas” que genera un nuevo “puritanismo” que daña la creación.
“Me preocupa este nuevo puritanismo impregnado de odio hacia los hombres que nos llega en la estela del movimiento #Metoo”, afirma el director de cine, en entrevista al diario austriaco Kurier.
“Como artista, uno empieza a estar confrontado al miedo ante esta cruzada contra cualquier forma de erotismo”, afirma Haneke. Según él, El imperio de los sentidos de Oshima, una de las películas más profundas sobre la sexualidad, no podría filmarse actualmente.
“Desde luego, cualquier forma de violación o abuso sexual debe ser sancionado. Pero esta histeria y las condenas sin proceso a las que asistimos hoy me parecen repugnantes”, agrega el cineasta, de 75 años.
Para el director de La cinta blanca (Palma de Oro, 2009) y de Amor (Palma de Oro y un Oscar en 2012), que no ha sido objeto de ninguna acusación, “cada shitstorm (aluvión de críticas) que generan estas “revelaciones” incluso en los foros de Internet de diarios serios envenena el clima en el seno de la sociedad”.
En realidad, en lo referente al acoso sexual, este ambiente de “caza de brujas hace cada vez más difícil un debate sobre este tema tan importante”, indica.
En últimos meses, figuras del cine como Harvey Weinstein, Kevin Spacey y James Franco, han sido señalados por abuso sexual.