Apolonia Lapiedra
es una actriz porno española de 26 años. Es pequeña de estatura, delgada, con ojos grandes y cabellera negra, de allí que muchos crean que es latina o de ascendencia latina, pero en realidad viene de una familia de gitanos.
En México, dice, se encuentra la mayor parte de su público y de acuerdo a la web, su nombre fue uno de los más buscados en PornHub durante 2017. Ahora es la portada de Playboy México del mes de septiembre, por lo que se encuentra en nuestro país.
“Estoy súper contenta y orgullosa haber hecho esta portada porque llevo tres años en el cine para adultos y si de por sí es complicado hacerlo, lo es más salir en una portada de una revista como la de Playboy, yo lo he conseguido y en tres años”.
Su incursión en el mundo del porno se dio a través de su pareja, Ramiro Lapiedra.
“Yo pensaba que era un mundo súper oscuro, yo vengo de un pueblo, de trabajar en el campo, y pasé a esto. Cuando conocí a mi pareja, él ya llevaba mucho tiempo en esta industria, como veinte años, así lo conocí y fue allí cuando me pregunté '¿por qué yo no?', no lo vi tan mal y al probarlo dije: 'esto es lo mío. Me encanta'”.
Además, ser actriz de cine para adultos la ha llevado a descubrir su sexualidad y a empatarlo con su sexualidad en lo privado.
“Al principio me chocó pero me di cuenta que era porque tenía reprimida mi sexualidad, gracias al porno he descubierto mi sexualidad , por fin, ¡Aleluya! me he relajado y eso ha hecho que pueda correrme (tener un orgasmo), yo antes estaba tensa, nerviosa pensando en que el chico también disfrutara, y esto me ha dejado ser yo, ahora aún sigo descubriéndome a mí misma”.
¿Un trabajo normal?,
Apolonia dice que es como todo: con un horario, una planeación, escenas marcadas y el conocimiento previo de las escenas que se van a realizar, posiciones pero, en su caso, documentos que certifican que las personas con las que va a trabajar se encuentran sanas.
“No puedes controlar lo que hacen los actores porno fuera de cámaras porque te pueden decir mentiras y lo que sí tenemos es un control de análisis que nos realizamos cada quince días o 21 días máximo, si alguien llega y no se ha hecho estudios en 21 días yo no trabajo con él o ella, a mí antes de trabajar me mandan los análisis para ver si se hacen las escenas con este actor o no”. Por ello, alza la voz sobre la necesidad de un porno con preservativos.
“El preservativo no se utiliza mucho pero sería muy positivo que se utilizara en algunas escenas y me gustaría alzar la voz para que se utilicen preservativos porque eso evita muchísimas enfermedades, también se debe tener mucha limpieza, antes de hacer cualquier escena bien lavaditos y al terminar lo mismo, lavarse. Está corroborado que la gran mayoría de las infecciones se dan porque no se lavan“.