Con motivo de la promoción de la película "The Way Back", Ben Affleck realizó su entrevista más sincera y profunda con The New York Times . El actor habló de sus problemas con el alcohol durante sus últimos años y sobre cómo estos arruinaron su matrimonio y su credibilidad profesional.
Affleck se casó con Jennifer Garner en 2005 y ambos son padres de tres hijos Violet, de 14 años, Seraphina, de 11, y Samuel, de 7. Pero debido a las recaídas del actor y todos los problemas que iba de la mano con su adicción, el matrimonio se separó en 2017. Pese a ello, Garner siempre ha sido su mayor apoyo, especialmente en cuanto a mantenerse sobrio se refiere, y a día de hoy ambos mantienen una buena relación de amistad. Por eso, no es de extrañar que Affleck haya admitido que su divorcio ha sido la peor decisión de su vida: "El mayor arrepentimiento de mi vida es este divorcio", comienza diciendo en la entrevista.
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"Bebí de manera relativamente normal durante mucho tiempo. Lo que sucedió fue que comencé a beber más y más cuando mi matrimonio se estaba desmoronando. Esto fue en 2015-16 y, por supuesto, creó más problemas matrimoniales", continúa diciendo. Durante ese periodo, Ben y Jennifer anunciaron su separación pero continuaron viviendo como un matrimonio hasta 2017, cuando finalmente empezaron los trámites de divorcio.
"No es particularmente saludable para mí obsesionarme con los fracasos y las recaídas y flagelarme por ello. Ciertamente, he cometido errores. Ciertamente, he hecho cosas de las que me arrepiento. Pero tienes que levantarte, aprender de ello, aprender un poco más e intentar tirar para adelante", continúa diciendo.
Affeck entró en una clínica de desintoxicación en 2018 y desde entonces ha estado en tratamientos y grupos de auto-ayuda. Si bien es cierto que el pasado mes de octubre tuvo una recaída durante una fiesta de Halloween, el actor aseguró que había sido algo puntual y no volvería a ocurrir. "La recaída es vergonzosa, obviamente. Deseo que no me vuelva a suceder. Y deseaba que mis hijos no me vieran en Internet, por lo que Jen y yo hicimos todo lo posible para abordarlo y ser honestos", continúa, reflexionando después sobre la vergüenza que vivió en esos momentos: "La vergüenza es realmente tóxica. No hay ningún subproducto positivo que salga de ella. Es solo una sensación tóxica y horrible de baja autoestima y autodesprecio".
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Hace un par de años, a Affleck le llegó el guión de "The Batman", la nueva película de superhéroes, pero después de su fracaso en la franquicia de DC debido a su problema con el alcohol y la gran presión que sufrió mientras encarnó al personaje le hicieron echarse a un lado y dejar a Robert Pattinson el papel: "Enseñé el guión de 'The Batman' a unos amigos y me dijeron 'creo que el guión es bueno, pero también creo que beberás hasta morir si tienes que volver a pasar por lo mismo otra vez'", un gran consejo que siguió al pie de la letra y que le ha permitido avanzar tanto a nivel personal como profesional.
"Las personas con comportamiento compulsivo , como yo, tienen esta molestia todo el tiempo y la intentan hacer desaparecer. Tratas de sentirte mejor comiendo o bebiendo, teniendo sexo, jugando o comprando lo que sea. Pero eso termina empeorando tu vida", reflexiona al final de la entrevista. "Después empiezas a intentar con más desesperación que la molestia desaparezca y es cuando comienza el verdadero dolor. Y se convierte en un círculo vicioso que no puedes romper. Eso es al menos lo que me pasó a mí. Y me tomó mucho tiempo, profundamente y sin una pizca de duda, admitirme a mí mismo que soy alcohólico", finaliza.
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