La celebración de Año Nuevo tendrá ritmo de salsa y muchas particularidades para aquellos capitalinos que decidieron festejarlo en Paseo de la Reforma con la música de Rubén Blades.
Banquitos para descansar, frituras y adornos llenos de luces de colores predominan entre un grupo de gente que llenó la avenida desde la Glorieta del Ahuehuete y hasta el Ángel de la Independencia la noche del 31 de diciembre.
José Sánchez de 34 años llegó desde las 17:00 horas acompañado de sus dos hijos y su esposa, con quién planeó esta celebración desde que el Gobierno de la CDMX anunció el concierto.
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“Vivimos en la alcaldía Azcapotzalco entonces no fue difícil trasladarnos, pero sí venimos con mucha anticipación porque sabemos que había mucha gente para alcanzar un buen lugar. Comimos algo antes de venir y trajimos algo de líquido para hidratarnos”, contó Sánchez, quien llevó un banco para integrante de su familia desde donde juntos platicaban y comían frituras.
A José le gusta la música del intérprete de “Amor y control” desde que tenía 14 años, la misma edad de un joven que acudió acompañado de sus dos abuelitas, quienes le han inculcado el amor por la salsa.
”Decidimos traerlo porque pocas veces vamos a poder estar con el en estos lugares entonces más que nada pasarlo en familia, divertirnos y que él tenga la oportunidad de conocer a este tipo de cantantes a su corta edad… Por supuesto yo le estoy enseñando a bailar y el va a bailar conmigo”, dijo Laura Campos, de 66 años.
El cantante panameño tiene programado salir al escenario que se instaló en la Glorieta del Ahuehuete a las 22:30 de la noche y así abrir paso a la celebración de Fin de Año al ritmo de salsa, por lo que un reloj de cuenta regresiva para iniciar el 2024 fue instalado en una enorme pantalla.
Mientras la espera terminaba un Dj mezcló música salsa, electrónica y tropical, entre ellas “Juanito Alimaña”, de Blades, animando a varios a bailar con sus acompañantes.
José Gerardo González de 65 años incluso dejó a un lado su bastón para tomarse una foto al pie del escenario. Es la segunda vez que disfrutará de la música de quién es uno de sus salseros favoritos, a quien recuerda vio por primera vez hace 47 años.
“Fue el 26 de junio de 1976 en el Centro Deportivo Nader”, rememora González.
“Representa mucho porque hace cuatro años me operaron y tenía mi boleto para el Auditorio pero no pude asistir”, cuenta.
Él asistió con una playera de la imagen de Blades y un sombrero haciendo alusión al estilo del salsero.
“El plan es recibir el año aquí, vengo con hermano y mi cuñada, cenamos algo en la casa y ahorita en cuanto pasen a vender ponche o algo así, vamos a degustar eso porque aquí el festejo es de rumba”.
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mahc