Q uienes sufren de obsesión con la limpieza no necesitan de una pandemia para estar aterrados con los gérmenes (y con los virus, en este caso). Y aunque la mayoría de las celebridades puede darse el lujo de pagar un ama de llaves que mantenga las cosas justo como a ellos les gusta, hay quienes casi (o completamente) llegan al grado de tener TOC (Trastorno Obsesivo Compulsivo) en lo que se refiere a la pulcritud y sanitización de sus espacios; tanto así que ellos mismos limpian, limpian y relimpian. Ahora, imaginen a estos famosos ¡en tiempo de coronavirus! Aquí, algunas de las celebridades que van “más allá del deber” en lo que a sus hábitos sanitarios se refiere.
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Cameron tiene tal horror a los gérmenes que evita abrir las puertas con las manos y trata de hacerlo con los codos, de acuerdo con el sitio Music News, ella ha admitido padecer de TOC, que se traduce en un terror a la suciedad, y reveló que se lava las manos “muchas veces al día”. Explicó: “No es que tenga miedo de los gérmenes, simplemente soy muy consciente de ellos. No me involucro con los fluidos de otras personas hasta que los llego a conocer muy bien”. También admitió que en lo que a limpiar se refiere, ella se va al siguiente nivel, alguna vez talló tanto las manijas de sus puertas con agua y jabón que ¡las despintó! Aunque también ha asegurado que “ya hizo las paces con su germofobia”. ¡Imagínense cómo estará ahora!
La reina del pop también tiene sus issues con la limpieza extrema. De acuerdo con el tabloide inglés Mirror, Madonna llegó a contratar a un “equipo de esterilización” para limpiar sus vestidores durante el tour MDNA, en 2012. Además, de acuerdo con la publicación, cada lugar en el que actúa debe proveerle de un nuevo asiento para el WC que ella usa y después de que se va, el mismo equipo remueve toda huella de que estuvo ahí (presumiblemente para evitar que alguien pueda aprovecharse y vender sus “recuerditos” en internet).
En junio del año pasado, en el preview de una entrevista con el programa australiano Sunrise, la cantante dijo: “Tengo TOC, no puedo soportar las camas sin hacer, las habitaciones desordenadas o las luces encendidas cuando no hay nadie dentro. ¡Oh no! Ni las cocinas revueltas”, admitió. En tiempos de coronavirus, La reina del pop no debe estar pasándola muy bien.
Antes de que Harry iniciara su carrera en solitario, solía volver locos a los otros miembros de la boy band One Direction con su obsesión porque todo estuviera limpio y ordenado. Según el sitio de chismes de los famosos Perez Hilton, una fuente cercana al grupo reveló que Styles estaba “traumado con mantener limpio el autobús de los tours. Se la pasaba observando que nadie tirara comida y pedía a las personas que entraran sin zapatos y se pusieran chanclas en su lugar”. Esta misma persona compartió que Harry compró “una tonelada de productos de limpieza” para asegurarse de que el autobús estuviera de acuerdo a sus estándares. Según el mismo “chismecaliente”, el cantante se ganó el apodo de Señor Trapeador por sus hábitos de limpieza.
Aun en tiempos normales, la supermodelo es una freak de la limpieza, especialmente cuando vuela. Ella suele traer consigo en cada viaje, desde hace muchísimos años, guantes y toallitas sanitizantes para limpiar su asiento antes de ocuparlo, incluyendo la televisión, las charolas y todo aquello con lo que entra en contacto, incluido el control remoto. En un video que subió a YouTube (antes del coronavirus) y que recibió muchas críticas llamándola “exagerada”, Naomi comparte la rutina de limpieza de su asiento, después lo cubre con una cobijita de viaje “en algún color divertido” como turquesa o fucsia —que pedirá le laven muy bien a mano en el hotel al que llegue— y se pone un tapabocas y enormes lentes de sol. “No me importa lo que la gente diga de mí, es mi salud y esto me hace sentir mejor”, dice en el videoclip.
Cuando tuvo que volar, ya después del anuncio de las precauciones por la pandemia, añadió a su atuendo un traje hazmat completo, goggles y un tapabocas N95. #Mujerprecavidavalepordos.
Una famosa que ha sido muy honesta acerca de su germofobia es la actriz Megan Fox. En una entrevista de 2010 con la revista Allure, Fox admitió que tiene TOC, pero que éste solo se manifiesta con los asientos de los baños y con los cubiertos, por lo que cosas normales como salir a comer a un restaurante son todo un reto para ella. Para solucionar el problema, frecuentemente trae consigo cubiertas desechables para los baños públicos, pero el asunto de los cubiertos sí es todo un problema: “El que mi boca toque lo que otro millón de bocas han tocado sabiendo todas las bacterias que puede tener, ¡aughhhh!”, mencionó en la entrevista.
Afortunadamente para ella, tener bebés la curó parcialmente. En 2013 dijo a la revista Marie Claire que admitía ser una “germófoba”, pero que el tener que lidiar con... ejem... todo lo que cuidar a un bebé implica, hace que se sienta “80% mejor, lo cual está muy bien”.