El mayor de los prejuicios hacia México cuando se está fuera del país tiene que ver con la violencia: se cree que está en todos lados, comenta el argentino Diego Fainguersch.
“Cuando estás acá te das cuenta de que no, que está sectorizada por medio de estos grupos criminales y mientras sepas evitar las zonas difíciles no es que estés en medio de una guerra”, menciona en entrevista.
Sin embargo, el standupero considera que prejuicios existen en todos lados, pues es algo que las personas tienen de manera natural.
“Estamos muy condicionados desde niños a muchas veces poder asociar una nacionalidad con un prejuicio: los argentinos son engreídos, los colombianos con el tema de la droga, los cubanos te pueden tranzar”, explica.
“Son cosas que no existen porque el ser humano es el ser humano y hay personas buenas y malas pero automáticamente en nuestra cabeza ya tenemos un mapa mental cuando oímos un acento diferente al nuestro”.
Junto al argentino Tomás Strasberg y el español Shiky toman ese pretexto para relatar, en tono de comedia, su experiencia como extranjeros que residen en México abordando las diferencias y semejanzas entre las diferentes culturas dentro del show de stand up Sin prejuicios, que se transmitirá este sábado y domingo a las 22:00 horas por Sony Channel.
Si bien se habla de esos mitos alrededor de las tres nacionalidades —mexicana, argentina y española— Diego recalca que se hace desde un lugar bien cuidado y que no llegue a ser ofensivo para el público.
“Vivimos en una época muy complicada para los comediantes con respecto a lo políticamente correcto o incorrecto y tenemos que afilar muy bien nuestro lápiz cuando estamos escribiendo porque puedes herir susceptibilidades”, señala.
“En primer punto, uno hace una catarsis, nos empezamos a reír de nosotros mismos. Al hacer eso y mostrar un poco tu vulnerabilidad te da como una licencia para empezar a reírte de todo, igualmente en nuestro espectáculo lo manejamos con mucho cuidado, es un humor muy sano y transparente, nos reímos con la gente y no de la gente”.
De acuerdo con el comediante, Sin prejuicios se grabó desde antes de la pandemia y que llegue a la televisión significa también un respiro para el público después de más de medio año lidiando con la pandemia.
“Van a tener un especial con el que se van a estar matando de la risa y nos vamos a poder abstraer durante un rato de las preocupaciones cotidianas a las que estamos expuestos todo el tiempo”.
Como una persona dedicada al entretenimiento, resalta además que el virus ha impactado a esta industria, sobre todo en cuanto a los shows en vivo, por lo que muchos han perdido empleos.
“La colegiatura de mis hijos sale de presentarme en un teatro, si no, no tengo ingresos. Es muy difícil y nosotros de alguna manera somos los que damos la cara pero hay un mundo de gente que está atrás que no es visible”.