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La polémica que ha revolucionado el mundo entero entorno a la tutela de Britney Spears sigue dando de qué hablar y es que esta semana ha entrado en escena su exmarido, Kevin Federline , que lejos de ayudarla a quitarse esa losa que no la deja vivir y que controla todos sus pasos, ha optado por echar más leña al fuego.
Han sido muchos los celebrities que han hablado alto y claro en los últimos días y han mostrado su apoyo a la cantante en estos duros momentos en los que parece que ya ve la luz al final del túnel. Pero no todo iba a ser favorable para la artista, ya que el medio Page Six ha publicado en exclusiva que Kevin Federline, exmarido de Britney, podría pedir una evaluación médica y psiquiátrica antes de que la artista obtuviera la tan deseada libertad.
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Una nueva piedra en el camino por parte de un hombre que estuvo locamente enamorado de ella y con el que tiene dos hijos. Y es que Federline parece estar preocupado por la intérprete y teme que ésta recupere el control de su vida sin antes hacerse una revisión médica. Algo que, si bien recordamos, ella misma pidió no hacer en su último juicio.
Si hasta aquí ya nos hemos sorprendido, el abogado del bailarín y dj ha explicado que lo que verdaderamente quiere su cliente es saber cómo se encuentra la madre de sus hijos porque al parecer los tutores de ésta le habrían administrado litio. Una medicación bastante fuerte que necesita se un seguimiento y revisión a posteriori.
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