El mundo de la realeza puede estar lleno de protocolos, eventos formales y responsabilidades públicas, pero incluso en medio de todas estas obligaciones, Kate Middleton ha encontrado la manera de disfrutar de su pasión más preciada: el arte. Desde que se convirtió en princesa de Gales, Kate ha estado más presente en la vida pública de la realeza británica, pero siempre encuentra momentos para dedicarse a su amado pasatiempo, en secreto y lejos de las cámaras y la familia real.
El arte ha sido una pasión arraigada en la vida de Kate desde sus días universitarios en la Universidad de St. Andrews, donde conoció al príncipe Guillermo. A pesar de sus deberes como miembro de la realeza, Kate no ha dejado de lado esta pasión, y en sus escasos momentos de privacidad, se da la oportunidad de recorrer los museos y galerías de arte de Londres. Según reveló la escritora Tina Brown en su libro "The Palace Papers", Kate suele realizar estas escapadas matutinas de manera solitaria, a las 8 de la mañana, para asegurarse de no ser descubierta.
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Incluso, en una ocasión, Kate fue sorprendida "in fraganti" durante una exhibición de David Hockney en la Royal Academy. Ante el descubrimiento, no pudo evitar expresar su amor por el arte y dijo: "extraño la historia del arte". Estas salidas encubiertas le permiten obtener su "dosis" de arte y mantener viva su pasión en medio de su vida como miembro de la realeza.
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Además de apreciar el arte, Kate Middleton también ha demostrado su talento artístico. En el matrimonio de su hermana Pippa Middleton, Kate dibujó la Iglesia de San Marcos, el lugar de la ceremonia, para la portada de la orden de servicio, mostrando su habilidad y dedicación al mundo del arte.
Estas escapadas de Kate a museos y galerías de arte son una forma de conectar con su lado más apasionado y personal, lejos de la formalidad y el trabajo arduo que implica ser parte de la realeza.