En los últimos años, Ricardo Salinas Pliego se ha convertido en una de las figuras más polémicas como resultado de las críticas recibidas y los enfrentamientos de declaraciones contra políticos y otras personalidades de la sociedad. Pero también, se ha transformado a lo largo de estos años en el tercer hombre con más dinero de México, detrás de Carlos Slim y Germán Larrea, según Forbes.
Del empresario de 67 años, recientemente cumplidos el 19 de octubre, se sabe que es dueño del Grupo Salinas, empresa que opera actividades económicas de la comunicación a través de TV Azteca, servicios financieros a través del Grupo Elektra y Banco Azteca y telecomunicaciones con Totalplay.
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Ricardo Salinas es dueño también del equipo de fútbol Mazatlán y cuenta con una fortuna que asciende a 12 mil 450 millones de dólares. En una entrevista para Entrepreneur, el empresario mencionó que la compra de TV Azteca ha sido uno de los mejores negocios de Grupo Salinas. “Me costó mucho trabajo meternos a la licitación, porque el gobierno lo quería vender a sus cuates y yo no lo era”, confesó.
Ricardo Salinas Pliego en su celebración de cumpleaños. Fuente: Instagram @ricardosalinas
“Dijeron que solamente (era para) gente con experiencia en la industria y yo no la tenía”, afirmó en dicha entrevista el padre de la mercadóloga Ninfa Salinas Sada. Respecto del nivel de estudios del hombre de negocios, se graduó como contador público con Mención Honorífica del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), en 1977.
Pero fue en 1979 cuando concluyó su maestría en Negocios en la Universidad Tulane en Nueva Orleans, Estados Unidos, y fue honrado con un doctorado Honoris Causa por parte de la Universidad Autónoma de Guadalajara. Una de las anécdotas más llamativas del empresario , contada para el mismo medio mencionado, fue la que protagonizó en la década de los 70, cuando cursaba en el ITESM y sus preguntas molestaban a quien era entonces su director de la carrera de Economía. En ese momento lo expulsaron del salón de clase y en la actualidad Salinas recuerda: “Me hizo un favor, gracias a él decidí estudiar contabilidad que es el lenguaje de los negocios”.