El director austriaco Patric Chiha consideró que su filme La bestia de la jungla no podría ser contemplada para estar dentro las plataformas digitales más comerciales, por el hecho de que no encaja con el contenido que se está realizando.
“La libertad de hacer aquello en lo que yo creo es una suerte enorme, entonces lo hago aunque sea con poco dinero, porque ¿haces tus películas para gustarle a las plataformas o para hacer algo que a ti te parece cierto? El cine de los años 80 y 90, cuando yo empecé a ir al cine, me marcó mucho, pero ya no es así como se hacen las películas hoy”, dijo Patric Chiha.
La bestia de la jungla es parte de la programación de My French Film Festival, conformada por 26 títulos subtitulados a 11 idiomas, y ayer fue presentada por el director en una función presencial en Le Cinema IFAL, y permanecerá disponible hasta el 19 de febrero en la plataforma del evento.
En ella se cuenta la historia de una pareja, que a lo largo de 25 años (1979-2004) dentro del ambiente de un antro, espera que algo extraordinario suceda, y ese acontecimiento acabará por manifestarse, pero bajo una forma trágica.
“Si lo piensan bien, en el fondo vimos una historia de amor, cuando en realidad los protagonistas ni siquiera se tocaron, pero al mismo tiempo inventaron una manera de estar juntos toda su vida y al mismo tiempo algo se les perdió”.
Para el director, la historia se reduce a dos personas que esperan algo pero se pierden de la vida debido a ello; fuera de esta premisa todo es misterioso y surgen preguntas como: ¿por qué ella espera con él?, ¿no será ella la más loca de los dos? Esos cuestionamientos se podrán responder a lo largo de la película.
“Creo que podemos vivir cosas de verdad sólo cuando perdemos nuestro tiempo, y hacerlo quiere decir muchas veces aburrirse o no ser productivo; hoy veo que en el cine ya no se tiene nada de paciencia para eso, queremos las respuestas de inmediato”.
Esto se debe en gran medida a las series, reflexiona el director, porque han hecho al público adicto a las respuestas inmediatas, por eso podría ser complicado para ellos comprender una película que hable acerca del tiempo perdido.
También para él esta historia es una invitación a la melancolía por tiempos pasados, ya que se realiza un viaje de 25 años en la vida de los protagonistas, donde se van viendo cambios en las modas, la música y el ambiente de fiesta.
“La melancolía me parece algo siempre muy presente en los momentos de euforia más grandes, porque no es algo que pueda permanecer; por eso me parece que en los lugares de fiesta siempre está lo más alegre y lo más triste al mismo tiempo”.
Patric aseguró que su meta no es hacer una película comercial o que rompa la taquilla, sino contar historias que tengan comunión con lo que él es y en lo que cree, aunque el espectador pueda llega a considerarla rara.