La actriz Erika de la Rosa cree que seguir siendo mujer en este país es difícil, abarcando todo lo que ello implica, desde la maternidad y la profesión hasta la libertad de salir a la calle y volver seguras a casa, debido a que aún se vive en un mundo creado para los hombres.
“Sin afán de culpar a nadie o ser agresora de un sector, esto es una realidad: vivimos en un mundo de hombres, y las mujeres estamos tratando todavía el día de hoy de lograr respeto y equidad. A pesar de que contamos con muchos derechos, seguimos batallando con muchas cosas”, dice De la Rosa.
Consciente del contexto social en el que vive en el país, la actriz reconoce que es una mujer privilegiada. Tiene ventajas como un esposo que la apoya en su carrera y la posibilidad de pedir ayuda para el cuidado de sus hijos mientras trabaja, lo que le permite ser tanto madre como profesionista. Pero valora la oportunidad de invitar a la reflexión desde su trinchera, al trabajar en una serie como "Pacto de Sangre", que se estrenó el viernes en ViX.
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“Retratamos un poco a la sociedad mexicana y lo que está sucediendo en cuanto a la violencia contra las mujeres. Si bien este es uno de los temas que se abordan en la serie, también hay otros que se tocan con algo humor, porque vamos saltando del melodrama al suspenso y a otros géneros”, detalla.
Pacto de sangre, a lo largo de sus 10 capítulos, narra la historia de Benjamín (Alejandro Nones), Marco (Luis Ernesto Franco), Rubén (Flavio Medina) y Gabriel (Marco de la O). Estos personajes han mantenido su amistad durante muchos años, a pesar de sus diferencias.
Sin embargo, la trágica muerte de una bailarina en la despedida de soltero de Rubén cambiará sus destinos, oscilando entre la culpa y el miedo a perder las vidas que han construido.
En la serie, además de Erika de la Rosa, participan actores como Bárbara de Regil, Juanita Arias y Tania Lizardo.
Para Erika, contar una historia que incluye violencia de género y desapariciones, entre otros temas delicados, no ha sido sencillo, especialmente dada la naturaleza ligera con la que se abordan estos temas en esta serie.
Esto se debe a la sensibilidad y gravedad de estas cuestiones en un país como el nuestro, donde, según información publicada por la Secretaría de Gobernación el 24 de agosto de 2023, desaparecen alrededor de 18 personas diariamente, conforme a los datos del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO).
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La actriz considera que los personajes viven estas situaciones de una manera muy común, lo cual habla de cómo los mexicanos nos hemos acostumbrado y hemos normalizado el nivel de violencia. “Me rompe el corazón, porque soy mujer, soy madre y pienso en mis hijos, porque visualizo el país de aquí a 10 años y pienso, ojalá mis hijos puedan seguir viviendo aquí de una manera más segura”, añade.
Es por eso que, durante las grabaciones, tanto Erika como su compañero de reparto Flavio Medina, quien interpreta a su pareja en la ficción, se cuestionaron si estaban abordando con la seriedad adecuada el tema de la violencia de género. Para ella, los personajes en la serie tratan esta problemática de manera tan coloquial que resultaba preocupante. Pero llegaron a la conclusión de que el guión estaba diseñado de esa manera para mostrar a los personajes más auténticos, reflejando así la realidad de la ficción.
“Me encanta que haya tanta variedad y demanda de contenido, pero, sobre todo, que las plataformas se atrevan a tocar temas que la televisión, a la que estábamos acostumbrados, no se permitía por muchos motivos. Esto no solo juega a favor de los creativos, sino también de la industria completa, porque la gente pide mejores textos, actuaciones y, en general, producciones”, considera.
En Pacto de sangre, Erika de la Rosa interpreta a Miranda, una periodista y madre joven con una hija de 18 años. Aunque comparte una visión feminista del mundo con su hija, Miranda vive su vida de manera inmadura, lo que le acarrea numerosas consecuencias debido a sus decisiones equivocadas. Así comienza una relación tormentosa con su exesposo Rubén, interpretado por Flavio Medina.
“Es una mujer muy de hoy; no es ninguna antagónica y tampoco una superheroína. Simplemente es una mujer actual que trata de sacar a su hija. A veces logra lidiar muy bien con el divorcio, quiere regresar del todo a su profesión, pero, como es mamá, sabe que es complicado, como muchas lo vivimos hoy en día”.