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Hace casi un mes, el 22 de febrero, Erik Rubín y Andrea Legarreta dieron una difícil noticia en sus redes sociales al anunciar su separación, en un mensaje que demostró madurez emocional y agradecimiento hacia sus seguidores.
“Mi familia ha sido siempre el pilar más importante”, reconoce Erik en entrevista con EL UNIVERSAL.
Por ese amor a sus hijas Mía y Nina, y el que conservará siempre por Andrea, es la razón por la que el exTimbiriche ha buscado salir a flote emocionalmente y la mejor manera es enfocarse en su talento.
“El trabajo sirve, el mantenerte ocupado, el hacer cosas que te mueven, que te emocionan, que te ilusionan... todo eso ayuda totalmente”, expresa.
Sabe que la parte luminosa de los claroscuros de la vida la da, en gran parte, la música, en especial la de sonidos alegres. Es de los que recuerda buenos momentos con cumbias.
“Es música con la que crecí de niño en Huamantla (Tlaxala), es encontrar esa parte de mí fiestera, desgarradora, de pásame el tequila”, comenta.
Todo eso lo llevó a unirse a Cumbia Machine, una gira por México y EU que iniciará el 24 de marzo en la Plaza de Toros México junto otros artistas como Benny Ibarra, María León y Kalimba. Juntos se unirán a grandes representantes del género como La Única Internacional Sonora Santanera y La Original Sonora Dinamita.
El concepto, afirma, fue impulsado por Andrea y sus propias hijas; incluso Mía cantará con él: “La idea era algo caótica porque como en toda primera vez hay mucho en juego, pero ellas siempre me apoyaron, me dijeron: ‘¡vamos, vamos!’ También es un disfrute para ellas que esto salga bien”, comparte Erik, mientras coordina en su estudio detalles del tour.
Salen de su zona de confort
Con este sentido de gozo, tanto Benny como Erik han descubierto otras facetas de su personalidad y como cantantes.
“Estas canciones las canta el ‘Benny arrabalero’, es decir, el que ya se echó un par de mezcales, el que no tiene miedo a desnudar sus emociones”, confiesa el intérprete de “Cielo”.
Erik lo secunda: “A mí me ha ayudado a encontrar otra parte de mí. Como todo, cuando lo ejercitas te vuelves fuerte, nunca fui buen bailarín, pero me gusta, y aquí saco lo gozoso”.
Ambos coinciden en que esta experiencia servirá para que la gente se dé cuenta de que ante cualquier adversidad siempre hay que seguir brillando.
“Esto va ayudar al público a entender que las cosas están bien —con la separación en su matrimonio— nos van a ver disfrutando y a toda la familia bailando”, detalla Erik.
El cantante sabe que las preguntas sobre su vida personal seguirán, pero cree que tanto las respuestas de Andrea como las suyas han sido suficientes y claras, por lo que al tiempo la gente entenderá que la vida sigue.
“La parte más difícil fue hacerlo público, el amor y la paz no les convence, hay gente muy resentida que no acepta lo que nosotros dijimos, por eso me siento muy afortunado de tener una gran familia que incluye a amigos tan cercanos como Benny”, aclara el cantante.
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