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Una escaleta sin diálogos, pero mostrando dónde iniciaba y terminaba una secuencia, era lo que tenía bajo el brazo Erick Blackmer para comenzar el filme Verde, azul o café.
“La idea era hacer una película basada en la improvisación”, recuerda durante un receso del rodaje de lo que ahora es su ópera prima.
“Las partes claves del guión sí estaban escritas, las piedritas angulares, pero todo lo demás no, entonces era ensayar las escenas, los actores sabían de dónde arrancar y dónde terminar, eso hace más natural al personaje al que entre todos fuimos puliendo”, recuerda.
Así fue que comenzó la historia de humor negro sobre Ulises (Frank Rodríguez, My firts movie) quien trabaja en una empresa aduanal, y es tentado por su amigo Raúl (el debutante José Luis Medrano) para robarse mercancía y revenderla.
La primera vez sale bien, así que la avaricia y ambición lo motiva a seguir haciéndolo, asumiendo los riesgos.
Ulises es alguien camaleónico. Muestra una cara distinta con cada uno de los personajes incluyendo a su amiga (Liz Sandoval, Insignis) y su prima hermana (Marimer Espinosa).
“A cada uno le miente y la película se llama así porque además cada personaje tiene un color en sus vestimentas y ese color también es su psicología”, detalla Rodríguez.
Verde, azul o café se filma la mayor parte en una sola locación tapatía, con un presupuesto de 3 millones de pesos.
Desde que se reactivaron los rodajes en la República mexicana, en julio pasado, Jalisco presenta casi una decena de filmaciones de largometraje de ficción desde entonces, superando hasta en cuatro veces las logradas en la capital mexicana.
“Lo que he aprendido es a distribuir el presupuesto en todos los detalles, hasta en los que se cree que no se utilizarán; hay que reforzar esta situación, no hay nada más importante que la salud”, establece Sandoval, actriz y productora del filme.
Verde, azul o café se hará en poco más dos semanas; la intención es un recorrido por festivales a fines de año y estrenar en 2022 comercialmente.