Hace cinco años, por estas fechas, Francisco Céspedes tuvo un contacto con la muerte.
Mientras se dirigía a dar un show, un fuerte dolor en el pecho lo llevó de urgencia al hospital de Cancún. El preinfarto que sufrió, atizado por una subida de presión arterial y azúcar, sirvió para que el cantautor revalorara la frase de su propia melodía, “¿Dónde está la vida?”
Pero Céspedes no es tan predecible; lo que siguió no fue en sí nostalgia ni melancolía, ni canciones sobre lo profundo de la existencia.
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El cubano ha optado por liberarse. Desde esas fechas, se ha convertido en una figura rebelde ante la corrección política; sus dichos en contra de los políticos, y en específico el presidente, aunados a las dudas que planteó sobre la pandemia, han incendiado las redes sociales.
“Para mí, la vida es un carruaje de fuego donde tú eres el bombero que debe mitigar las llamas”, dice Céspedes, que cumple 45 años de trayectoria, 20 de los cuales los ha dedicado a su México, donde radica.
Habla con EL UNIVERSAL sobre su necesidad de hablar sin filtros y de que se revalore la música romántica, algo que el cantante de 66 años, considera, comparte con sus contemporáneos.
¿Cómo ve ahora la música romántica?
Los medios son un poco responsables de que ahora la música romántica esté en un plano secundario. Le han dado prioridad excesiva a otros tipos de género; si hubiera un equilibrio, yo no me meto, porque las generaciones nuevas existen, los nuevos ritmos. Tenemos que convivir y aprender de la actualidad.
Y, con todo este ruido, a veces pensamos que las cosas están muy mal para la canción amorosa, pero no, porque todavía la gente necesita de esas canciones.
El consumo ha cambiado...
Sí, antes eran los discos, ahora ya no, todo está en plataformas, pero hay que aceptarlo porque es así. Si te pones a protestar, quedas aislado, no estás participando de la vida.
Yo tomo lo mejor que pueda; las redes sociales pueden ser maravillosas, pueden ser destructivas, pero hay una información ahí, que si tienes la necesidad, eres un buen curioso, puedes aprender muchas cosas, pero hay información que es falsa, y la gente es donde se va por los likes, por cualquier persona que dice estupideces y barrabasadas.
Pero usted ha vivido de todo en las redes, ¿no es así?
Mi hija me dice que soy un millennial porque me la paso publicando cosas, pero de mi música, a veces un poco mis posturas políticas.
No es que quiera criticar tanto, pero en redes sociales hay gente que parece que no trabaja; personas que ganan millones por hacerse el chistoso, poner un bailecito, o hasta arriesgando su vida, pero cada cual que haga lo que le dé la gana, nada más hay que decirle a las personas que no saben que en el teléfono es todo maravilloso, pero puede ser peligroso, y que entre más sepas, menos te engañan.
¿Alguna experiencia en particular?
Son muchas, cada día. Mucha gente de mi edad busca ser libre, cuando alguien piensa que cometo un error, cuando me quieren cuidar, me dicen: ‘no hables así, no digas esto’. A mi edad ya no, ya tengo ganas de ser libre, mi educación me la han dado mis experiencias y nunca he hecho nada para agredir a alguien.
Yo tengo derecho de decirte lo que pienso, y tú de responderme, pero no de agredirme, eso se llama delito.
¿Qué es el odio para usted?
Lo he sentido. Es un sentimiento que es una enfermedad, pienso que lo contrario es el perdón, pero no el perdonar a la otra persona, sino perdonarse a sí mismo, para poder estar en paz con uno mismo.
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¿Y qué significa la política?
En la vida se tiene que haber política todo el tiempo, pero en el sentido de los políticos, ellos viven de nuestros impuestos, cuando se acabe eso voy a estar de acuerdo con ellos, que vivan con lo que tienen que vivir, no con lo que nos ganamos nosotros.
Son millones de pesos que nos quitan todos los días, y si no los pagas te meten preso, eso es un asalto a mano armada. ¿Quién me preguntó a mí si quería dar parte de mi trabajo? Yo no puedo estar de acuerdo con los políticos, a mí me parece que es una enfermedad mental que alguien quiera ser líder de una nación porque no puedes gobernar a millones sin tener mucho ego.
¿Se arrepiente de algo?
Bueno, nunca he matado a nadie, sólo si alguien tocara a mi hijo o a mi familia, puede que lo pensaría. Y arrepentirme, no, yo creo que todo es una experiencia, las experiencias nos nutren para hacer que lo que hicimos no vuelva a pasar. No creo que haya alguien tan inmaculado que no haya tenido alguna experiencia, no son errores, son experiencias.
¿Qué le diría a los jóvenes?
Que vivan, que el amor es lo mejor que existe, pero el amor no sólo es la calentura, eso es una parte, el amor es otra cosa: es el respeto, la compasión; es la categoría más grande que existe en el universo. Si no defendemos eso, se acaba la raza humana. Si las personas respetan a los demás, te van a respetar a ti.