Los regalos navideños no le importan a Yuri. Lo dice así, sin titubear: “Ahora me dicen, ‘¿qué quieres que te regalen?’, y les digo ‘nada, no quiero nada, sólo quiero que me abracen, me besuqueen, me apapachen, ese es mi mejor regalo, hasta en el 6 de enero no quiero nada, afortunadamente, gracias a Dios, no me falta nada”.
El afecto que la veracruzana requiere no es gratuito; se repone del que, considera, es uno de los momentos más difíciles de su vida. Dice que las secuelas por el Covid-19 —que contrajo en 2020— le dejaron mañanas inciertas, ansiedad, náuseas, miedo y hasta un desmayo súbito; además de visitas a médicos de distintas disciplinas.
Hoy reza por una Navidad distinta a la anterior, que pasará con sus seres queridos.
“El año pasado sí la pasé muy mal, fue una época muy terrible, con muchas ansiedades, con muchas secuelas: recuerdo que estaba en pijama y muy deprimida. Este año dije ‘papá Dios, me voy a portar muy bien, te pido por favor que en esta Navidad esté muy bien, que pueda comer’, porque aparte tenía un problema de vesícula, no me habían podido operar por el Covid, no podía comer nada de grasa, así que sólo comí arroz y pescado insípido; me comí la mitad porque ni ganas me dio”, comparte en entrevista con EL UNIVERSAL.
“No puede faltar el pavo, me encanta la ensalada de manzana, romeritos de vez en cuando, porque mi esposo no come nada tan típico, porque tiene años aquí y aún no lo hago comer cosas muy mexicanas, aunque sí come enchiladas, tacos (risas), también el bacalao es básico, es el que tiene que haber siempre”, señala la cantante.
Eso sí, en la pandemia tuvo intentos por cocinar, pero no algo tan sofisticado como la cena de Navidad: “Yo aún no la preparo (risas) sí sé preparar comida, gracias a la pandemia sé ya preparar pasteles, pero con el pavo y los romeritos aún no me meto... la disautonomía aún no me ha dejado meterme mucho en la cocina”, revira.
La cantante se interrumpe de vez en cuando para ahondar en el padecimiento que devino con el Covid-19.
"Los regalos no importan, el más grande es tu familia, que estén vivos, y los puedas abrazar, ese es mi mejor regalo”. Yuri. Cantante
Luego, se refugia en recuerdos: dice que cuando era niña apreciaba mucho los regalos, antes de que su papá se quedara sin trabajo; siendo médico sus navidades “eran padrísimas” porque Santa llegaba con muchos obsequios, además del día de Reyes Magos, que se juntaba con su cumpleaños.
Y reitera: “Ahora lo más importante es la salud”.
Dice que a ella no le dan ataques de pánico, pero sí ha sufrido de ansiedad.
“Sí no la controlas y, si no sabes manejarla, te viene la depresión, te hunde y te puedes morir, esta enfermedad es muy fuerte, y no le han tomado el peso, pero mucha gente la tiene, hay disautonomía de por vida y pasajera como la mía, y aparte estaban los mareos, yo no me podía sostener en pie. ¡Wow, está cañón! No puedes estar solo, te puedes desmayar, se te puede subir la presión, a mí me dio un desmayo súbito”, detalla la intérprete de “El apagón”.
Sale adelante con fe y trabajo
Yuri asegura que está prácticamente recuperada, luchando por salir adelante.
El trabajo es su gran aliciente. Actualmente celebra la salida de un nuevo álbum llamado Celebrando una leyenda, que está acompañado de un DVD. Se trata de un compilado de sus temas más emblemáticos para el que compartió escenario con 13 artistas, mismo que ya está disponible en plataformas digitales y en formato físico.
La fe también la mueve. Aclara que siendo cristiana, la Navidad es para ella una celebración del nacimiento de Jesús. De hecho, uno de sus rituales es poner una silla extra en casa.
De grande, su mejor Navidad fue cuando buscó a su familia para perdonarse.
“Los veracruzanos somos muy peleoneros, pero sí me acuerdo que mi primer Navidad, ya siendo todos cristianos, fue la más bonita, porque habíamos pasado muchas sin estar juntos, nos perdonamos y compartimos la mesa sin pelear, porque antes era tiro por viaje, si todos nos juntábamos era pelear y acabábamos mal, esa vez no perdonamos, nos abrazamos y estuvimos en paz. Es lo mejor, estar en paz”, asegura Yuri.
Sobre la enfermedad
La disautonomía es una enfermedad producida por un trastorno en la regulación del sistema nervioso.
La cantante tuvo ansiedades; si no se controla, dice, viene la depresión.
Otros síntomas fueron los mareos. Puede haber desmayos y subir la presión.
Proyecto. A Yuri le piden que explique cómo hizo para salir; una empresa americana quiere que haga pláticas para 800 o mil personas.
Lee también: Chente tenía esa chispa: Yuri, sobre Vicente Fernández