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Guadalajara.— “¡El mezcal es el tercer combustible importante!”, exclama Peter Fonda a su llegada al Festival Internacional de Cine que se desarrolla en esta ciudad.

Llega cargando una icónica chamarra negra, la cual arrumba en el suelo, rebelde como su personaje en Easy rider, estandarte del cine independiente.

“¡Pero traigo gorra blanca porque soy chico bueno!”, bromea al lado de Diego Luna, su anfitrión por esta ocasión.

A sus 79 años, el actor neoyorquino recibió ayer el Mayahuel Internacional de Plata por parte del Festival Internacional de Cine en Guadalajara.

Durante una plática magistral se le rompe la voz cuando recuerda su primer pago como actor. Se emociona cuando revive cómo dio marihuana a Jack Nicholson en pleno rodaje de lo que, en México, se conoció como Busco mi destino, el filme de 1969 que lo catapultó a la fama.

Así que en la secuencia donde el personaje de Nicholson batalla en su discurso de que habrá extraterrestres que alivien los problemas de la humanidad, mientras mira hacia arriba tratando de recordar lo que debía decir, fue real.

“Le dije: ‘Jack, con ésta no te enganchas’. Él sólo sonrió, encendió el churro y dijo que sabía bastante bien. Le dije que debía sostenerlo en sus pulmones y entonces cortamos hacia las motocicletas y al fondo se le ve todo destrozado.

“Él seguía fumando, yo sabía que había estudiado muy bien el guión, su parte que era complicada, y cada vez nos acercábamos más a él y se le olvidaba lo que seguía”, contó entre risas de los asistentes.

Hijo del también histrión Henry Fonda, desde pequeño supo de manera directa la vida del actor. Su padre se ausentaba por varios días, sin saber las razones.

Destacó que Los Tres Amigos (Guillermo del Toro, Alejandro González Iñárritu y Alfonso Cuarón) son sus directores favoritos, pero clamó porque ahora haya más mujeres tras las cámaras.

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