La realidad planteada dentro de la serie española Estoy vivo no le pide nada a cualquier clásico de ciencia ficción: un policía llamado Manuel Márquez (Javier Gutiérrez), cuya muerte no estaba prevista, vuelve a la Tierra en un cuerpo distinto.
En su regreso lo acompaña “el enlace” (Alejo Sauras) para ayudarlo a cumplir una misión pero sus vidas se van complicando cada vez más hasta llegar a la cuarta temporada que actualmente se transmite los miércoles a las 20:00 horas por el canal Televisión Española Internacional.
“Tocamos ciencia ficción, acción, thriller, comedia romántica, muchísimos géneros y para mí ha sido un sueño interpretar a este personaje porque me ha dado posibilidad de trabajar muchas cosas que no había hecho antes, aprender de los sentimientos”, comparte Alejo en entrevista.
“Mezclamos muchos géneros pero es una serie muy humanista, es una ciencia ficción en la que en el fondo se puede ver reflejada cualquier persona”.
Para el actor, formar parte de este proyecto desde su primera temporada hasta la fecha, ha significado un aprendizaje en muchos niveles gracias a que “el enlace” es un ser que constantemente se siente fascinado por todo lo que le significa la especie humana pero además sabe hacer de todo.
“He tenido que hablar en ruso, chino, un montón de idiomas sin conocerlos”, comparte Alejo.
“Lo que nosotros contamos del ser humano es que no se rinde nunca, por difíciles que estén las cosas. Lo bueno del ser humano es que en su comunidad, ya sea su familia o grupo de amigos, no se rinde por difícil que parezca ganar una batalla”.
La trama de la nueva temporada arranca con un apagón mundial que tiene consecuencias en la Pasarela, que es el lugar de tránsito entre la vida y la muerte —y de donde proviene el enlace—, desencadenando en una tragedia que afectará a todos los personajes.
“Se va la electricidad en todo el mundo durante unos segundos y resulta que el enlace pierde la conexión con la pasarela y por lo tanto con su familia. Inician una búsqueda desesperada para comunicarse y cuando lo consigue han pasado 25 años“.