Completamente ocupado lució el Teatro Metropolitan en la visita del guitarrista Steve Vai. Recinto escondido entre las calles del centro, que invita a conciertos intimistas como el de este miércoles por la noche en la ciudad. En punto de las 9 pm, y a diferencia de otros artistas, Steve Vai sí provocó el grito de las tres mil almas, pero esas mismas se silenciaron cuando sonó la primera nota de la guitarra del neoyorquino.
Su larga cabellera, su figura esbelta envuelta en una chamarra de cuero grande, y sus pequeños pasos en la tarima, emularon a Frank Zappa, con quien Vai giró en conciertos por más de 6 años. Steve se limitó a interpretar cada canción como si fuese la última, y en cada oportunidad que la iluminación del lugar daba se iluminaba su rostro sudado por el esfuerzo, la entrega y energía que ponía en cada solo y cada riff.
Y el público se limitó a aplaudir cada pieza del músico y gritar en agradecimiento, con todas las fuerzas que tenía en el vientre, los solos agresivos de esa guitarra eléctrica que combinaba con la noche. Seis años pasaron para que el artista de 63 años regresara a la Ciudad de México.
"Te amamos Steve", le gritaron desde las gradas, y como sucede con todos los artistas por dos horas el guitarrista fue un connacional más por la calidez que el público le demostró. Y fue entonces cuando Steve aconsejó: "Dejen todos los problemas afuera y vengan aquí para celebrar la música".
Y así lo siguió su público levantándose de las sillas levantando las manos, sacudiendo la cabeza en cada oportunidad, no importaba si fuese metal, metal progresivo, o heavy metal.
Y después de una noche de entrega mutua total, tras el último tema de Steve, luego de "Ego death", o "King of the World", el caos, la agresividad y la euforia rápidamente fueron nuevamente paz y tranquilidad, los fans salieron de noche a sus casas para así decirle adiós a Vai.
El guitarrista continuará su gira con una presentación más en México después del Teatro Diana en Guadalajara y el Metropólitan en la capital, irá a Monterrey en las inmediaciones del Pabellón M.