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No hay un cuerpo ni familiares cerca, pero hay canciones y decenas de relatos de sus vecinos que juran que han visto a José José caminar por el parque, ir a dar serenata o andar de fiesta por las calles de la colonia Clavería, donde vivió.
Por eso este domingo, a los pies de su estatua en el parque de la China, la alcaldía Azcapotzalco organizó un homenaje a El príncipe de la canción que en realidad comenzó desde el sábado, cuando se dio a conocer su muerte y los vecinos llegaron al lugar para dejarle flores a su estatua, cantarle y contar anécdotas sobre él.
La llovizna con la que amaneció la ciudad no fue impedimento para que sonaran una y otra vez canciones como “El triste”, “Gavilán o paloma” y “Almohada”.
Mientras tanto, el cuerpo de José José era aparentemente velado en Miami, donde pasó sus últimos meses de vida por decisión de su hija menor, Sartita, de su matrimonio con la cubana Sara Salazar.
La mañana del domingo los hijos mayores del cantante, José Joel y Marysol, no habían sido informados de dónde se encuentra su padre, por lo que José Joel viajó a Miami y fue a preguntar a una funeraria sobre el cuerpo de su padre, pero no tuvo éxito. Joel dijo que Sarita, la hija menor de José, no les ha facilitado la información.
Y así, buscó de funeraria en funeraria, en compañía de decenas de reporteros como “testigos” para despedirse de su padre.
Acá, en Azcapotzalco, Leticia, una vecina del barrio, contó que recuerda cuando el artista vivía allí, lo mandaban por el pan y él salía acompañado de un perro que tenía en aquella época.
Otra vecina acudió al homenaje realizado por la alcaldía sosteniendo el primer vinyl que lanzó José José, un verdadero tesoro que cuida tanto como los recuerdos que tiene con el cantante mexicano.
“Una vez lo vi en el camión de regreso del trabajo, lo vi que estaba sacando pósters, me bajé del camión y como no tenía dónde me firmara, le di un billete de 10 pesos y me dijo: ¿pero cómo te voy a firmar eso?, que en aquel entonces era como de 100 pesos, y le dije que no importaba, no lo traje pero lo seguí muchas veces, yo tenía 14 años cuando lo vi en el centro nocturno El Patio la primera vez y la última fue hace como dos años en la Arena, que le hicieron un homenaje y ya era otra cosa, lloré”, contó la asistente, también llamada Leticia.
Para amenizar el tributo estuvo Eliezer Zamora, quien cantó varios temas conocidos de El príncipe. Se apasionó de su música, dijo, desde que tenía 14 años, desde que escuchó su interpretación de la canción “El triste”, desde entonces, ha cantado sus temas famosos en un sinnúmero de eventos.
También cantó Anathan Briss, quien recientemente diera declaraciones sobre Juan Gabriel; llegó al lugar con fotografías en las que aparece con José José y contó que fue su secretario particular por dos años en los que conoció la vida de este artista y su nobleza, incluso lo vio ayudar a una mujer que necesitaba una operación.