Pocos sentirían miedo ante criaturas como el Chupacabras o el Hombre lobo, personajes centrales como éstos son sinónimo de pura fantasía. Pero esto ha cambiado con un subgénero del terror en particular: el distópico.
Quien se ha dejado envolver por series como Black mirror o este año con la película La sustancia, —dirigida por Coralie Fargeat y protagonizada por Demi Moore—, han resentido más que nunca el terror hacia la tecnología y la ciencia.
Hoy, este terror que sólo imaginábamos se ha convertido en una amenaza más cercana capaz de afectar nuestras vidas.
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El caso de Sewell Setzer es un ejemplo de ello. Se trata de un joven de 14 años de Florida que, al tener problemas para relacionarse con otros, encontró consuelo en un chatbot inspirado en el personaje de Daenerys Targaryen de Game of Thrones. Lo que inició como un refugio virtual se transformó en un vínculo tóxico que lo llevó a quitarse la vida; un historia que parece sacada de un episodio de Black mirror, que nos obliga a cuestionarnos el impacto de la tecnología.
La psicóloga y especialista Jorgelina Sannazzaro, autora de una de las primeras reflexiones críticas sobre Black Mirror en 2012, valora que este género se tome cada vez más en cuenta.
“La ciencia ficción se alimenta de la especulación, es un género de interrogantes y posibilidades. Abre alternativas de pensamiento y se alimenta de controversias actuales, dejando la puerta abierta al ‘¿y si...?’, dice a EL UNIVERSAL.
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Para ella, lo positivo de este género es que explora los efectos de la tecnología en la sociedad y revela sus dilemas éticos. Sannazzaro cuestiona el uso del término “miedo” en este contexto, señalando que lo más adecuado sería “percepción del riesgo tecnológico”.
“La tecnología puede exacerbar la crueldad o acciones éticamente cuestionables”, explica la doctora en Estudios Sociales de la Ciencia y Tecnología por la Universidad de Salamanca.
Para Javier Matuk, experto en tecnología, muchos dilemas de estos filmes son realidades, pero no así los avances que considera, todavía son parte de la ficción.