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Aunque en la actualidad el género musical que impera en Latinoamérica es el urbano, hay otros que se niegan a morir sin dar batalla, uno de ellos, el ska, que desde hace décadas ha tenido fieles seguidores y en los últimos años nuevos sitios para mostrar sus más frescas propuestas, uno de esos lugares es el Non Stop Ska Music Festival, que este año reunió a 4 mil personas en su primer día de actividades.
El encuentro, que se llevó a cabo en el Pabellón Cuervo del Palacio de los Deportes, fue una fiesta de nueve horas en las que exponentes de México y otras partes del mundo descargaron todo el ritmo de este género con reminiscencias jamaiquinas desde las 14:00 horas, cuando jóvenes y adultos comenzaron a llenar el recinto, que en sus primeras horas no lucía lleno, pero que conforme pasaron los minutos comenzó a atiborrarse de los seguidores de esta propuesta, y que consiguió que antes de las 18:00 horas fuera sold out y se armara una auténtica fiesta con las propuestas mexicanas de Jamaica 69 y Out Of Control Army, quienes fueron gratamente recibidos por su público nacional.
Para cualquier lugar a donde se mirara dentro del foro, los tirantes, las calcetas de cuadros negros y blancos, así como los chalecos y camisas a cuadros, eran parte de la vestimenta de los presentes, como una especie de uniforme para poder asistir a esta escuela de la música, cuyos maestros fueron agrupaciones estadounidenses como Western Standard Time Ska Orchestra y Mephiskapheles.
En este tipo de encuentros el slam es algo casi reglamentario y en esta ocasión no fue la excepción, pero aunque el baile fue intenso, no hubo riñas y mucho menos lesionados, demostrando que el ska es un género más vivo de lo que se cree.
Litros y litros de cerveza fueron el comestible del público para aguantar la maratónica jornada de la cuarta edición de este festival y para ponerse en ambiente mientras escuchaban a otras bandas como Satelite Kingston de Argentina y a Lollypop Lorry de Rusia.
El primer día del Non Stop Ska Music Festival la música finalizó pasadas las 23:00 horas, y aunque en los rostros de los asistentes ya había estragos de calor y cansancio, todos parecían conformes, pues sabían que al día siguiente les aguardaba más slam en el mismo lugar.