es considerado uno de los artistas más exitosos de Latinoamérica, pero más allá de la fama de Alberto Aguilera , como era su nombre real, existía un hombre sensible y carismático que aun extrañan su ausencia miles de seguidores.
Hace cinco años que la voz que interpretaba con alegría e iluminaba la vida de muchos con “Buenos días señor sol” calló y ahora sólo existen los recuerdos de muchos que pudieron vivir una experiencia con el Divo de Juárez, la cual les dejó una gran enseñanza.
Para el compositor Pascual Rey, fundador de San Pascualito Rey fue una experiencia inolvidable el haber podido trabajar con Juanga cuando estaba grabando la película “¿Qué le dijiste a Dios?” y Luis Ortega aún era miembro de la banda.
“Él le hizo los arreglos musicales y él nos invitó a una grabación, de hecho, hacemos nosotros un cameo al final de esa película, y bueno cuando lo conocí me derretí, creo que de la emoción le lastimé la mano, no podía creerlo, para mí como compositor ha sido una gran influencia en lo que hago en la banda y bueno tuve la oportunidad de platicar con él”, comenta a EL UNIVERSAL.
La fortuna le volvió a sonreír, recuerda el compositor, cuando lo eligieron para hacer la música original de su bioserie “Hasta que te conocí” , en donde puso a prueba sus talentos como músico porque Juan Gabriel, tenía que aprobar su música y el llegar a tener su aprobación era como si se graduara de la escuela.
“Y bueno también se hizo muy amigo de Luca Ortega y un día me dice que estaba en su casa en Miami y que pasaba en uno de sus cuartos y vio que estaba en pausa el DVD de nosotros en vivo, y lo estaba viento y le dijo ‘oye me encanta San Pascualito Rey, que te parecería la idea de que fuera mi banda de soporte’ él quería hacer algo nuevo, porque tenía muchos shows con la misma estructura y el mariachi.
“…decía ‘quiero hacer algo nuevo, me encantaría que ustedes pudieran ser mi banda’ y cuando Luca nos lo dijo nos fuimos para atrás, pero nunca se hizo porque al poco tiempo falleció, pero al final de cuentas lo pudimos conocer, tuve la oportunidad de hacer la música para su serie y después de que podríamos ser su banda de soporte, imagínate”, expresa.
Para muchos, Juan Gabriel dejó un legado musical considerado como un tesoro musical, se estima que compuso alrededor de 2 mil canciones, entre ellas destacaron los éxitos con temática desoladora, que acompañaron la tristeza de muchos, como “Yo no nací para amar”, “Con todo y mi tristeza”, “Ya los sé que tú te vas”, entre otras.
La cantante Elis Paprika , percibió esa nostalgia y cuenta que cuando era niña y su sueño era abrazarlo y consolarlo, un sueño que pudo hacer realidad a medias.
“Cuando tenía cinco años, en canal cinco los sábados ponían videos de Juan Gabriel, de rock en español y un montón de cosas y así fue cuando lo conocí, no me acuerdo ya con qué canción pero recuerdo que dije, ‘un día lo voy a conocer y le voy a decir que todo está bien’, porque me dio mucha melancolía la canción, era súper triste y frio, y cuando lo conocí me estaba temblando las piernas, y todo y cuando me abraza lo único que salió de mi boca, fue ‘gracias’ fue lo único, pero bueno es una de las mejores experiencias que he tenido en mi vida, fue un gran honor, nunca pude decirlo lo que pensaba de niña, pero tuve el honor de hacerle un cover a él de la canción ‘Hasta que te conocí’, me invitó a cantar con él y le gustó mi versión, es lo mejor que me ha pasado, ese show duro como cinco horas”, recuerda la cantautora.
A pesar de la gran popularidad que llegó a tener, el intérprete de “Amor eterno” también gozaba de caminar sobre la playa, visitar a sus amigos y pasar una tarde cotorreando, eso recuerda Diego Verdaguer.
"Tengo lindos recuerdos tengo una relación de muchísimos años que en diferentes momentos fueron muy agradables, Alberto era un tipo con muchas ideas en la mente, admiraba muchísimo a Amanda Miguel, su voz y siempre hicimos todo lo posible por compartir momentos lindos, en diferentes partes del mundo, en los Ángeles estuvimos juntos muchos momentos, en nuestras casas, tenemos una casa en la playa y él también estaba viviendo por ahí y se iba caminando por la playa a la casa nuestra, dos veces lo hizo, fueron recuerdos bonitos”, comparte.
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El compositor Rodrigo de la Cadena , también fue uno de los afortunados de convivir con Juan Gabriel y lo que más le sorprendió era el espectáculo que hacía en cada una de sus presentaciones, las cuales podían durar más de seis horas, no tenía límite de tiempo y el poder lograrlo lo convertía en Dios del show.
“Era un showman, sus canciones él las sabia llevar al límite de la pirotecnia, para lograr que la gente más seria y conservadora, se levantara de la silla, porque era un hombre de lleno de amor y mucha entrega”, señala.
También recuerda el día que lo conoció cuando un día Yolanda Gasca, que fue esposa de Agustín Lara lo invitó a organizar en Tlacotalpan, el Festival de Agustín Lara, en donde se le entregaría una medalla a Juan Gabriel.
“…él aceptó esa invitación y no sólo fue a recibir la medalla, sino que muy amablemente ofreció hacer una presentación sin cobrar, dedicada al maestro Agustín Lara como gran admirador que era de él, yo me encargue de organizar la parte musical, llevamos a la Orquesta Sinfónica de Jalapa y a partir de entonces, él se enamoró de ese pueblito”.
También recuerda el momento que lo besó por su gran interpretación en el escenario, como un gesto de agradecimiento.
“A mí me tocó cantar la música de Agustín Lara, entonces durante todo el espectáculo tal vez le llamó la atención que acostumbrado a que todos los artistas le rindieran honores, pero yo había notado que le cansaba un poquito la adulación y le cansaba la barbería, no le gustaba, entonces yo por eso interpreté a Lara, y cuando me escuchó cantarla, tuvo un gesto muy bonito porque él estuvo sentado con la viuda de Lara y cuando yo me acerqué a cantarles, el me dio un beso en la mejilla y me dijo ‘usted canta muy bonito, que lindas canciones de Agustín Lara’, al final cantamos todos los artistas invitados y cerramos con él bailando y cantando”, comparte.
Hace cinco años, Juan Gabriel se encontraba en Los Ángeles, California, estaba por salir a El Paso, Texas, para realizar las pruebas de sonido tres horas antes de ofrecer su concierto, pero empezó a tener dificultades para respirar y le pidió a uno de sus asistentes que le acercara el tanque de oxígeno, más tarde cuando entró al baño colapsó. De acuerdo con el reporte médico, Alberto Aguilera Valadez murió de un infarto agudo al miocardio a las 11:43 horas.
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