Contrario a lo que su nombre indica, el grupo Haragán puso anoche en jaque a cientos de fans: los hizo bailar gracias a un dueto con el tacvbo Rubén Albarrán y provocó gritos al ser acompañado sobre el escenario por el cazafantasmas Carlos Trejo. Pero también generó aplausos cuando llamó a Andy y Naty, los hijos del ya desaparecido saxofonista Sax para cantar una parte del clásico “Kumbala” y ofreció una demostración de lucha libre con el esteta Diamante Azul para “Juan el Descuartizador”.
Luis Álvarez, líder de la banda formada en 1989, demostró durante poco más de dos horas en el Pepsi Center, que no tiene nada que ver con el emblema que lo representa. "Canten, bailen, hagan lo que quieran", exclamó en una de sus primeras interacciones con el público.
El intérprete de "El no lo mató" y "Otro día" sabía que la frase no era gratuita y tampoco que le faltarían argumentos para que el público obedeciera la orden. Cuando Albarrán subió para cantar “Muñequita sintética”, de inmediato aparecieron en lo alto los teléfonos celulares para retratar el momento, pero fueron cuatro las jóvenes que se llevaron un recuerdo imborrable, al ser invitadas al escenario para interpretar la letra. Una de ellas, adolescente, recibió como regalo un muñeco con la imagen caricaturizada de Luis.
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“Es un clasicazo”, exclamó Rubén al tomar el micrófono. Pero si el gesto con las fans fue bien recibido por el público, no lo fue tanto la llegada de Carlos Trejo “El Cazafantamas” quien tocó la guitarra en “Entre trenes y gatos” y “Bajando en la esquina”. “¡Adame, Adame, Adame!” fue el clamor del público en alusión al conductor Alfredo Adame, con el que Trejo tiene un pleito jurado. Trejo hizo caso omiso también de una rechifla en su contra, pero tampoco Luis hizo comentario alguno para defenderlo sino por el contrario, le pidió que alejara a los fantasmas del lugar.
Recuerdan a Sax
El momento emotivo fue cuando el músico recordó a la gente que se ha ido a otro plano, entre ellos Sax (Maldita Vecindad) con quien dijo tuvo diez años de bohemia, e invitó a sus hijos a tocar con él. “No estoy muerto” y “Kumbala” fueron los temas en que participaron los jóvenes tanto tocando el saxofón, como ejecutando vocalmente la letra.
“Este es un homenaje a toda la banda que ya no está aauí”, dijo Luis. La velada incluyó, entre otras, “Antes me gustabas”, “En el corazón no hay nada”, “A esa gran velocidad” y “El chamuco”.
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