El escándalo en la realeza británica continúa y esta vez podría salpicar directamente al Rey Carlos III. Si bien el príncipe Harry ha sido señalado como la oveja negra de la familia real, el príncipe Andrés no se queda atrás. Recientemente, Virginia Giuffre ha vuelto a acusar al Duque de York de haber abusado sexualmente de ella, causándole un profundo daño psicológico y moral que aún persiste en su vida.
El abogado de Virginia Giuffre ha declarado que es improbable que su clienta acepte un acuerdo puramente económico con el hijo de la reina Isabel. Esto pone al príncipe Andrés en una situación delicada, ya que la posibilidad de enfrentar un juicio por abuso sexual se hace cada vez más real.
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El pasado escandaloso del príncipe Andrés ya le ha costado gran parte de su reputación y títulos. La reina Isabel, en ese entonces, se vio avergonzada por el escándalo mundial que envolvía a su hijo y tomó la decisión de despojarlo de todos sus títulos militares y funciones en los mecenazgos relacionados con la corona.
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Aunque todavía mantiene su título nobiliario, el príncipe Andrés ha perdido el tratamiento de Su Alteza Real y deberá enfrentar el caso en la justicia norteamericana como un ciudadano privado. Sin embargo, las consecuencias podrían ser más graves, ya que existe la posibilidad de que termine en prisión si se demuestra su culpabilidad.
Virginia Giuffre acusa al príncipe Andrés de haber abusado de ella en tres ocasiones y en distintos lugares, uno de ellos fue en un club nocturno, otro en un apartamento en Londres y la última vez en las Islas Virginias. A pesar de los intentos de silenciarla con fuertes sumas de dinero, la mujer ha decidido volver al frente y hacer públicas sus acusaciones. El evento, sin duda, no queda ajeno a la mirada del mundo y del rey Carlos III.