Joaquín Pardavé, uno de las figuras más reconocidos de la Época de Oro del cine mexicano, filmaba su película 208 de su prolífica carrera cuando una embolia cerebral le impidió terminar la cinta "La virtud desnuda", tras la noticia de su muerte, el que se dijera que había sido enterrado vivo o que despertó en su tumba indignó a la familia del actor.
Sus restos descansan en el Panteón Jardín junto a otros colegas del cine y junto a los de su esposa Soledad Rebollo, un mensaje advierte: “Juntos como siempre Joaquín y Cholita Pardavé”.
Dos días antes de morir, Pardavé se divirtió jugando boliche con su esposa, amaba esta actividad porque lo relajaba de las arduas horas de trabajo filmando, su esposa solía esperarlo a que terminara para después irse a juntos a su hogar.
Horas antes de morir, Pardavé, quien fue uno de los primeros cómicos surgidos de las carpas, estuvo bailando un chachachá en los estudios y contando sus últimos chistes; personificó estupendamente a caballeros porfirianos como Susanito Peñafiel y Somerella en “México de mis recuerdos”, así como a migrantes árabes como Jalil Farad en “El baisano Jalil”.
Nació en Pénjamo, Guanajuato, fue hijo del actor Joaquín Pardavé y de Delfina Arce, una cantante de zarzuela. Su carrera de actor la inició muy pequeño, ya que sus padres lo sacaban en brazos al escenario. Su primer papel lo obtuvo a la edad de cuatro años en la obra "La Cara de Dios".
Mucha gente despidió en el Panteón Jardín a Joaquín Pardavé, quien además de ser un estupendo actor fue un compositor que tenía registradas 27 melodías; en su último adiós famosos como Mario Moreno “Cantinflas”, Pedro Vargas, Sara García, Marga López y Felipe Montoya estuvieron presentes.
La polémica apareció cuando la versión de que Joaquín Pardavé había sido enterrado vivo comenzó a sonar cada vez con más fuerza, incluso este diario dio cuenta de ello nueve meses después de su fallecimiento:
"Pero de Pardavé se ha dicho en los mentideros cinematográficos y teatrales, no dicen por qué ni cuándo, que fue encontrado bocabajo en la caja y con las uñas destrozadas. Si eso es cierto, qué terrible; si no lo es, puede serlo con lo que le hacen los publicistas", se lee.
Ante el alboroto en la prensa, la familia del actor, representada por la señora María Elena Pardavé Robles, sobrina de Pardavé, negó contundentemente esta versión y especificó que los restos de su tío nunca fueron exhumados.
"Joaquín Pardavé no fue enterrado vivo como mucha gente piensa. Sus restos jamás han sido exhumados, ni siquiera cuando su esposa falleció. Ella, mi tía, ocupa un lugar en la misma tumba, pero los restos de mi tío no fueron exhumados. Insistimos que jamás se ha abierto su caja. Así desmentimos categóricamente los rumores que circulan".
El cadáver del actor nacido en Pénjamo, Guanajuato el 30 de septiembre de 1900, fue velado en una capilla de la Agencia Gayosso, la comunidad artística y seguidores de su trabajo en cine lo despidieron entre múltiples guardias a su ataúd, una muy curiosa estuvo compuesta por 30 niñas del Instituto Científico de Educación.
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