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Durante algunos días, Claudia Sainte-Luce se acercó a madres de niñas y niños desaparecidos para preguntarles qué había pasado con sus días cotidianos después de la ausencia.
Una le contó que no podía soportar la música y no entendía porqué la gente se divertía mientras ella sufría; otra, con una década de pérdida, dibujaba continuamente a su hijo, con la esperanza de encontrarlo.
“Les preguntaba cómo se levantaban, qué hacían y cosas así”, dice la cineasta. “Una me dijo que vendió todo para comprar una camioneta y dar vueltas alrededor del Oxxo y cachar a su hijo. Yo quería meterme en esas obsesiones. El personaje las tiene con el fin de lograr su objetivo”.
Sainte-Luce estaba preparando el guión de El camino de Sol, película en cartelera que aborda el caso de una mujer que vive la desaparición de su hijo ante el desinterés de las autoridades y la presencia de un exmarido.
Para ayudarse, la protagonista roba perros para obtener la recompensa. No es una comedia, sino una situación extrema a la que llegan las personas con alto nivel de desesperación. Anajose Aldrete protagoniza el filme.
“Esta es la realidad del país, quería alejarme de las notas de prensa que narran las desdichas día a día y ver cómo pasa este personaje la desaparición de su hijo, come o no come, duerme o no, ¿le molesta la felicidad de otros? Era 2018 y no me importó que en ese momento no tuviera los fondos (económicos), busqué a los actores y dije que la hacía en 2019”.
Eligió a los perros porque, si uno se pierde, las redes sociales se vuelven locas, mientras que un humano, por el contrario, despierta poco interés.
“Los humanos sólo son cifras, mientras que los perritos se llaman Frijol, Lucas o Ceviche”.
Ante la falta de liquidez y apoyos, la realizadora se volvió gestora del proyecto. El extinto Fidecine terminó apoyándola en la posproducción.
El camino de Sol compitió en la reciente edición del Festival Internacional de Morelia.
