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El cáncer nunca la venció, ni le quitó el sueño, ni la sonrisa. Dijo una vez a EL UNIVERSAL “ no estoy enferma, sólo tengo cáncer ”.
Hoy que falleció Edith González nos quedamos con esa frase, porque ante la adversidad, un terrible mal, jamás se dio por vencida. No perdió la sonrisa ni las ganas de vivir.
Siempre fue abierta y disponible con EL UNIVERSAL . La recordamos en la redacción del diario como una persona amable.
Compartió la mesa con otras enormes mujeres en el desayuno anual de Mujeres Líderes de esta casa editorial el pasado marzo , donde abogó por la atención a mujeres con cáncer .
Adiós, Edith , mujer de sonrisa eterna.