Beverly Hills, California.— Más de 40 años frente a los reflectores tenían que pasar para que finalmente el actor y comediante Eddie Murphy se dejara seducir por las luces navideñas, los árboles adornados de esferas y el ambiente de amor y paz.
El protagonista de las comedias "De mendigo a millonario" (1983) y "Un príncipe en Nueva York" (1988), que tenían escenas rodeadas de pinos con esferas, tiene ahora en su propia historia, "La calle de la Navidad" (Candy cane lane, 2023), la oportunidad de mostrar su visión sobre los festejos alrededor del 25 de diciembre.
“Mi idea fue siempre hacer de esto un nuevo clásico de Navidad, como aquellas producciones que vemos cada año descansando en casa”, dice Murphy a EL UNIVERSAL en un hotel de Beverly Hills a unas cuadras de donde sucediera su emblemática Un detective suelto en Hollywood (1984).
Bajo la producción de Imagine Entertainment, los mismos que trajeron El Grinch (2000) con Jim Carrey, La calle de la Navidad presenta a la familia integrada por Chris (Murphy) y Carol Carver (Tracee Ellis Ross), habitantes en el suburbio californiano de El Segundo, junto con sus tres hijos.
Cuando una estación de televisión ofrece 100 mil dólares a la mejor casa decorada, el personaje de Eddie decide que él es quien se podría llevar el premio y así ser la envidia de su vecindario.
Entonces, el padre de familia conoce a Pepper (Jillian Bell), una elfa renegada de Santa Claus, quien le vende un pino del tamaño de tres pisos, sin advertirle que viene con un hechizo por el que los adornos pueden cobrar vida.
“Pensamos mucho en cómo desarrollar un guión clásico que contenga los ingredientes que supuestamente debes tener en una película de este tipo, empezando por un reto que implique a toda una familia”, detalla Murphy.
El guionista, Kelly Younger, se inspiró en el villancico anglosajón “Los 12 días de Navidad”, hecho en 1909 y popularizado por cantantes como Bing Crosby, Perry Como y Frank Sinatra. En este, se acumulan regalos exponencialmente desde un ave perdiz hasta palomas, gansos y flautistas.
En el filme, Murphy ve cómo su vecindario se puebla de estos singulares personajes, producto de la magia de Pepper, y la única manera de detenerla es hacer equipo con su familia para encontrar los cinco anillos dorados mencionados en esta melodía tradicional.
“Yo creo que los temas en común en cualquier clásico navideño son amor y familia, además de un mensaje que aguarda en el centro”, comparte la nominada al Emmy por Black-ish, Ellis Ross, quien ve que los clásicos de la temporada han perdido ese encanto.
“Hicimos una aventura que tiene mucha acción, persecuciones y, sí, ¡mucha decoración de esferas y luces!”, añade, no sin antes destacar el lado cinéfilo de Murphy, quien le recomendó ver todo tipo de películas, incluida Santa Sangre del chileno Alejandro Jodorowsky, con la actuación de la mexicana Blanca Guerra.
En La calle de la Navidad también participan Nick Offerman junto con los también comediantes Robin Thade y Chris Redd —actual actor de SNL—, que conforman una comunidad de almas encantadas y reducidas al tamaño de una figura de nacimiento navideño que también los Carver deben auxiliar.
“Cuando lidias con los efectos especiales por computadora, esas escenas te consumen mucho tiempo”, describe Murphy sobre su interacción con los diminutos personajes de esta historia que este fin de semana ya puede verse en Prime Video.
“Me frustra no tener tanto control sobre el resultado final; todo es muy técnico y es como armar con distintas piezas un rompecabezas frente a la cámara”.
El 2024 también le sonríe en buenos deseos a Murphy, de 62 años, ya que prepara el debut veraniego de la secuela Un detective suelto en Hollywood.
“Para mí, lo importante no es sólo si sabes ser chistoso, sino reconocer lo que no es”, explica con su sonrisa traviesa, recordando cuando llamó al director Reginald Hudlin, con quien trabajó en la comedia Boomerang en 1992 para esta cinta familiar.
Hoy, el actor se halla lejos de su humor para audiencia adulta que lo hizo famoso desde sus sketches de SNL: Saturday Night Live al inicio de los años 80.