Si el destino te pone frente a ti una bolsa repleta de dinero, ¿lo tomas para salir de la pobreza o lo dejas y ayudas a sus dueños que se accidentaron en la carretera?
Éste es el dilema que enfrenta Pepa (Consuelo Duval), una matriarca dueña de un foodtruck de tacos, en la película "Canta y no llores", que se estrena hoy en cines.
El negocio se encuentra dentro de una feria en donde se respira alegría y diversión, en contraste, sus vidas están llenas de inquietudes, frustraciones y secretos.
La comedia dirigida por Félix Sabroso retratará a la familia mexicana y el empoderamiento femenino, centrado en una madre quien, además de cocinar, deberá tomar decisiones importantes que le cambiarán el destino.
“Esta historia describe perfectamente a la familia mexicana, al matriarcado, me pareció muy divertida y aventurera”, explica Duval en entrevista.
La familia está compuesta también por Beli (Michelle Rodríguez), cuyo más grande sueño es ser cantante, pero el único lugar donde muestra su talento es dentro del camión de alimentos; su hija Lucía (Paty Maqueo) y Toni (Paco Rueda), quien se dedica a robar.
Ellos viven con la insatisfacción de su cotidianidad, hasta que viajan a República Dominicana para empezar desde cero y así escapar de algunos mafiosos.
“Aunque no sé cocinar nada, tengo la misma idea que tiene Pepa, que el amor entra por la panza, alguien te puede enamorar perdidamente si te cocina rico y con amor. Este rollo de aventura, de salir huyendo de su país, de llevarse a sus hijos y a su nieta, esta relación con la música y con la comida que nos hace tan mexicanos es una historia digna de contar”, señala la actriz mexicana.
La comediante dice que se tuvo que adaptar a la forma de trabajar de los dominicanos, pues todo el crew era de aquel país centroamericano, donde se filmó.
“Todas las escenas fueron muy graciosas, como el choque, porque las mujeres pegamos de gritos, trae muy bonitos mensajes, aunque a mí en la vida real nunca me ha ganado la avaricia, no sé cómo reaccionaría en un momento así, pero siempre le daría prioridad a la vida humana y no al dinero”.
Pepa es una gran manipuladora, “como todas las mamás”, añade, aunque dice que a ella no le interesa tomar clases para aprender a cocinar, como a su personaje.
“De aquí al final ya sin cocinar, que me cocinen”, ríe.