En un mundo que se ha hecho más consciente sobre la importancia de la salud mental y las consecuencias de las relaciones tóxicas, todos tienen un punto que trabajar, hasta Drácula.

El vampiro más famoso de la literatura, creado por Bram Stoker, regresa como un jefe egoísta que impone tareas imposibles de alcanzar, en horarios de trabajo excesivos a su fiel asistente, Renfield, un joven que no tarda en cuestionarse: “¿Por qué sigo aquí? ¿Qué hay más allá de las tinieblas?”

Esa es la trama central de "Renfield: asistente de vampiro", la nueva cinta protagonizada por Nicolas Cage (Drácula) y Nicolas Hoult (Renfield), quienes de la mano del director Christopher McKay reinventan la historia del “Príncipe de las tinieblas”, vista desde los ojos del ayudante del vampiro.

“La razón por la que me atrajo el guión fue porque está ambientado e inspirado en lo que vivimos en la época moderna”, asegura el director en entrevista con EL UNIVERSAL.

“Me impresionó mucho que encontraran una manera de hacer algo original con Drácula al verlo desde la lente de la codependencia, el narcisismo y los problemas del entorno laboral tóxico que muchos vivimos”.

Al inicio del filme se ve a Renfield salir al mundo exterior para cumplir una difícil orden que le dio su jefe. Esa epifanía le ayuda a tomar la decisión de abandonar a su tóxico jefe, lo que desata su furia.

“Drácula es una especie de metáfora, un personaje que exhibe a todos los narcisistas: es un sociópata, tiene delirios de grandeza, no siente empatía por nadie más que por sí mismo, es manipulador. Ama las bombas y eso enciende el gas de Renfield”, explica McKay.

El osado asistente no está sólo, lo acompaña un grupo de autoayuda y una agente de policía, quienes buscarán que pase de subordinado a un héroe, algo que se sabrá en el transcurso de la trama.

“Quiere ser un superhéroe mental, el superhéroe del empoderamiento, el superhéroe del amor propio”, considera el director entre risas.

La cinta, que se estrena en cines el 27 de abril, combina los géneros de comedia, terror y acción para transmitir un mensaje que el director considera pertinente para las nuevas generaciones. Su idea es invitar al público a reflexionar sobre este personaje de distinta manera.

“Hay cosas realmente locas, pero en el fondo el mensaje es que si alguien te controla y te contiene, si ya te diste cuenta de que tiene mucho poder sobre ti, entonces no olvides que no tiene tanto poder, a menos que tú se lo des”, señala.

Con amor propio

En la historia, Renfield decide convertirse en una especie de justiciero de sí mismo y las personas que lo rodean, algo que el director considera un valor agregado para una ficción, ya que en las historias los súper héroes suelen estar más preocupados por salvar al mundo, antes que pensar en sí mismos.

“La vida es dura y siempre habrá cosas que saldrán mal. Un millón de cosas están fuera de tu control y creo que lo único que puedes hacer, especialmente, dado lo loca y agitada que puede ser la realidad, es darte un poco de amor propio, cuidarte y tratarte a ti mismo como te hubiera gustado que te trataran si fueras un niño pequeño”.

El reparto, que se completa con actores como Ben Schartz y Awkwafina, filmó dos meses en Nueva Orleans y este será el regreso de Cage a la acción desde que en 2011 filmó Ghost Rider: espíritu de venganza.

El mensaje es que si alguien te controla, no olvides que no tiene ese poder, a menos que se lo des”.


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