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El presidente Donald Trump tuiteó el jueves que el FBI y el Departamento de Justicia revisarán el "indignante" caso del actor de "Empire" Jussie Smollett en Chicago, el cual calificó como una "vergüenza" para el país.
Los fiscales enfurecieron al alcalde y al jefe de policía de Chicago esta semana al retirar casi sin explicación los 16 cargos contra Smollett relacionados con la presentación de una denuncia falsa, pese a que insisten en el que actor fingió un ataque racista y homofóbico en su contra.
Trump tuiteó: "FBI & DOJ revisarán el indignante caso de Jussie Smollett en Chicago. ¡Es una vergüenza para nuestra Nación!".
Las abogadas de Smollett dijeron que dos hermanos que alegan haber trabajado con el actor para montar el ataque de enero están mintiendo. Reconocen que Smollett, quien es negro y gay, había contratado a uno de los hermanos como entrenador personal, pero afirman que Smollett no tenía idea de quién lo atacó una madrugada en una calle de Chicago hasta que estos fueron identificados por la policía.
La policía dijo que los investigadores creen que Smollett contrató a los hermanos para montar el ataque con la esperanza de que la atención generada ayudara a impulsar su carrera. Smollett ha repetido que el ataque fue real.
La policía también alega que antes del ataque, Smollett se envió a sí mismo una carta amenazadora al estudio de Chicago donde se filma "Empire". El FBI, que está investigando la carta, ha declinado hacer declaraciones.
Los fiscales acusaron a Smollett de un delito grave en febrero, y a principios de mes un jurado investigador formuló 15 cargos más. Pero en un sorpresivo giro el martes, la fiscalía estatal del condado de Cook retiró abruptamente todos los cargos contra el actor, desestimando el caso penal apenas cinco semanas después de presentadas las acusaciones.
A cambio, dijeron los fiscales, el actor acordó permitir que la ciudad se quede con su fianza de 10 mil dólares. La anulación generó respuestas negativas así como interrogantes sobre por qué Smollett no fue obligado a admitir lo que los fiscales dijeron que podrían probar en la corte: que todo el episodio no fue más que un ardid publicitario.
Entre quienes de seguro seguirán presionando por respuestas está el alcalde de Chicago Rahm Emanuel, a quien la decisión pareció haber pillado por sorpresa. Emanuel lució visiblemente enfadado durante una conferencia de Prensa el martes en la que calificó el acuerdo como “un encubrimiento”.
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