En apenas medio año, Diego Calva irrumpió en cines de todo el mundo como protagonista de "Babylon", junto a Brad Pitt, un papel que teóricamente lo propulsó a otro nivel laboral y mediático.
¿Ha pasado eso? El actor de 31 años también se lo pregunta. En su tiempo libre, se ocupa de su madre, quien recientemente se fracturó un tobillo, y reflexiona temas como la incertidumbre y si su creciente fama podría beneficiar a su gremio.
“Cuando terminas un proyecto, no sabes cuándo llegará el próximo, por lo tanto, aprendes a vivir con esa incertidumbre. No es un trabajo de siete a cinco, debes tener paciencia para no enloquecer”, reconoce el actor.
El inicio de su carrera fue modesto, comenzando como operador de boom en producciones audiovisuales y ganando mil 500 pesos a la semana. Este año, Calva recibió una nominación al Globo de Oro en la categoría de Actor, compitiendo con actores reconocidos como Adam Driver, Daniel Craig y Colin Farrell.
Estos altibajos le hacen tener los pies en la tierra, mientras visualiza su próximo paso:
“Se trata de acostumbrarse a la falta de continuidad. Por ejemplo, he decidido no mudarme a Los Ángeles todavía. Me gusta mucho vivir en mi país, México, y creo que es posible, pero como artista es complicado”, dice.
“La clave de todo está en rascar y no acostumbrarse a un nivel de vida que no necesitas, como dice Darín (Ricardo, actor argentino de El secreto de sus ojos), me baño dos veces al día y como tres veces al día. No necesito más”, añade tajante.
Calva comenzó su carrera actoral hace ocho años con la producción independiente Te prometo anarquía, y el año pasado destacó con Ambulancia, versión ficción del documental Familia de medianoche, sobre una familia de paramédicos que todas las noches recorren la Ciudad de México buscando heridos.
Está en espera del estreno de la película hollywoodense Of swift horses, en posproducción. Esta lo sitúa en una época en EU en la que el simple acto de demostrar amor en la calle hacia otro hombre, tomándolo de la mano, era suficiente para ser golpeado brutalmente.
“Trata sobre la creación de Las Vegas después de la Guerra de Corea. Mi personaje es un mexicano jugador que trabaja en casinos y se enamora perdidamente de Jacob”, detalla.
"On swift horses" sigue a una pareja que está a punto de comenzar una nueva vida brillante, la cual se ve alterada por la llegada de un familiar.
“La película habla de ese submundo donde los homosexuales podían ser ellos mismos, porque en la calle y en el trabajo no podían hacerlo, ya que la homosexualidad estaba perseguida”. Casi se podría decir que era un amor prohibido”.
En la cinta, dirigida por Daniel Minahan (Game of Thrones y House of Cards), actúa junto a actores considerados como la nueva generación de Hollywood, tales como Sasha Calle (Supergirl), Jacob Elordi (Euphoria) y Daisy Edgar-Jones (La guerra de los mundos).
Actualmente, su trabajo puede ser visto en ColOZio, largometraje de ficción donde interpreta a un hombre que descubre el intento de asesinato de Luis Donaldo Colosio, candidato a la presidencia de la República en 1994, tres días antes de que éste ocurra, por lo que emprende un viaje a Tijuana.
El filme, pese a la relevancia que ha cobrado el actor, sólo se ha estrenado en la Cineteca Nacional y algunas salas independientes.