Cuando Diana Bovio recién se había graduado en diseño gráfico, las amigas de su mamá le preguntaban qué haría su hija en la vida.
“Ella quiere ser actriz”, respondía su madre.
La respuesta de las mujeres, recuerda la estelar en Mirreyes vs godínez y La búsqueda, se sentía como una sentencia.
“Era como ‘te salió vaga’”, comenta entre risas Bovio.
Pero llegó el momento en que abandonó su carrera, la cual no extraña, y decidió meterse de lleno a la actuación. Dejó Monterrey y se enfiló a la Ciudad de México.
Las cosas cambiaron. Hoy es uno de los rostros más conocidos en el cine mexicano y el próximo lunes arranca un nuevo proyecto fílmico y en marzo otro. Ahora viene en la segunda temporada de De brutas nada y espera el estreno, este mismo año, de la cinta Lecciones para canallas, con Joaquín Cosío.
“Las amigas dicen: la vimos en tal o cual cosa y mi mamá, orgullosa”, dice divertida Diana.
No ha sido fácil. Sabe que ser mujer significa trabajar más en el medio audiovisual. “Es una realidad que las mujeres en esta industria tenemos que hacer un doble esfuerzo, de pronto me he enterado de compañeros que ganan más por el hecho de ser hombres y me digo por qué su trabajo vale más que el mio; por fortuna cada vez pasa menos”, precisa.
Diana repite en la segunda temporada de De brutas nada, de Amazon Prime Video. En ella interpreta a la hermana mayor, casada y con hijos, del personaje de Tessa Ia, quien a punto de contraer matrimonio, descubre una infidelidad.
“Graciela (su personaje) es una mujer conservadora, que tiene claro todo en la vida, y de pronto la vida le da una bofetada.
La serie es dirigida por Rafa Lara.