Para Eduardo Santamarina es claro que la cuarentena lo ha hecho valorar los paseos familiares. Recuerda con especial melancolía las tardes en el parque.
“Esta foto es en la Ciudad de México, en el parque México, en la Condesa, es un día de paseo; nos gusta salir mucho en la bicicleta, pasear en los parques y con los perros, somos una familia muy perruna, nos encantan los perros y siempre que hay una oportunidad nos gusta también sacarlos a ellos y aquí estamos en familia, faltaría Romina y Sebastián”.
Además, el actor y su esposa, Mayrín Villanueva , son de los que aprovechan los eventos a los que son invitados para compartir con la familia: “Tenemos varias fotos en donde ya estamos toda la familia, los tuyos, los míos y los nuestros (dice en referencia a los hijos que ambos tienen de su anterior relación). Nos encanta a la familia acudir a eventos como en el Auditorio Nacional, es algo que también nos gusta hacer, cada vez que se puede vamos al teatro o al cine”.
El cantante Ricky Martin , tiene cuatro hijos: Lucía, Valentino, Renn y Matteo. Al inicio de la cuarentena por el Covid-19, relata que fue difícil mantenerse tranquilo para que sus hijos se sintieran seguros y protegidos cuando en realidad se quería volver loco.
“Mi desahogo fue escribir, compartirlo con mi público y ese desahogo me hizo muy bien”.
Ahora que ya están más tranquilos en casa comparte qué mundo quisiera dejarle a sus pequeños, sobre todo en una época tan convulsa como la actual.
“Como todo padre un mundo sin envidias, sin racismo, sin homofobia, donde todo el mundo entienda que somos diferentes pero las mismas emociones nos paralizan o motivan a seguir adelante”, dice a EL UNIVERSAL.
Cuando dejemos la arrogancia a un lado, pensando que somos mejores que otros, ahí es donde dice uno ‘bueno, mis hijos van a estar bien’. Pero ellos son los que tienen la clave del éxito, son los que saben lo que necesitan para estar bien y vienen con unos instintos bien sólidos que me dan calma”.
Por sus hijos, el puertorriqueño asegura que no se deja seducir por el pesimismo.
Luis Gatica, ahora que el aislamiento ha hecho cada vez más difícil que las familias se reúnan, retiene en la memoria ciertos momentos que resumen su felicidad como padre.
“Normalmente todos los diciembres antes de ir a la cena, donde vaya a ser porque a veces vamos con la familia de ‘Coco’, mi esposa, y otras veces con mi familia, pero antes de salir de casa, siempre, todos los años, nos tomamos la foto familiar”.
Ver cómo han crecido durante el último año en cada una de esas imágenes es lo que hace que el actor las considere un tesoro familiar, ya que ahí está representado su trabajo.
“Es un momento de unión, es un momento de amor, es momento de estar todos juntos, incluyendo nuestra perrita, porque tenemos a nuestros tres hijos, y la cuarta que es de cuatro patas”.
Señala que el ambiente navideño aumenta la emoción de las fotos.
“Somos muy felices, es una gran bendición estar juntos y seguir así y que Dios nos bendiga e ilumine para que siempre sigamos juntos”.
Para Julio Bracho ser un papá actor le ha permitido darles una buena educación a sus hijos, ya que además de poder llevarlos a conocer el mundo, sus tiempos libres entre proyectos le ha permitido ofrecerles a sus hijos tiempo de calidad.
“Mi papá se murió cuando tenía 12 años, él era músico y tenía mucho tiempo libre, jugaba mucho tiempo conmigo, así que cuando me convertí en padre busqué que más allá de darles los que a no me dieron, quería darles eso que a mí me dieron, así que cuando no filmó me dedico enteramente a ellos”.
Ser actor también le ha permitido viajar a otras partes del mundo; y trabajar en el medio artístico le ha permitido que sus hijos conozcan a distinto tipo de personas, lo cual ha expandido su horizonte.
“Han conocido gente interesante que sólo en el círculo artístico puedes tratar. Así como mis padres me presentaron gente importante yo lo hago con mis hijos, eso les ha dado una apertura ante el mundo y ante quienes piensan distinto a ellos".
“Para mí no sirve de nada ser un padre que está pero no les dedica tiempo o ser un padre que es muy buen proveedor pero no da tiempo de calidad”, explicó.
Para Bracho lo más complicado es ser estricto pues se considera papá barco.
“Amo ver a mis hijos crecer, verme a mí y a mi esposa Chrissy en ellos, el vínculo que tenemos con ellos”, comenta John Legend.
El músico estadounidense es padre de dos pequeños —Luna y Miles— y esposo de la modelo Chrissy Teigen. John comparte lo que para él significa ser padre.
“Aprendo mucho con sólo verlos, ver el mundo con sus propios ojos”, comparte.
“Ser padre no es fácil pero creo que somos muy afortunados de tener los recursos que necesitamos para estar seguros de que tengan una buena vida y espero que hagamos lo mejor para dárselas y ayudarlos a ser buenos seres humanos conforme vayan creciendo”.
Uno de los recuerdos que persigue a Erik Rubín desde hace 10 años es el momento en que, en unas vacaciones, se dio tiempo para tomarse una foto con sus hijas.
“Esta foto fue tomada en 2010 en un viaje que hicimos a Tulum, a despedir el año y a recibir el año nuevo. Se puede ver a las pequeñas que todavía eran unas niñas y tengo un buen recuerdo de ello”.
Hoy sus hijas ya son unas adolescentes que buscan abrirse su propio camino en el mundo de la actuación, en el que ya han tenido varias participaciones en teatro, televisión e incluso cine. Por eso es que el exTimbiriche siente melancolía por esa foto en la que aún eran unas niñas.
“Nos quedamos en unas cabañitas en donde teníamos una vista espectacular, es un viaje que disfruté”.
”Se siente maravilloso ser papá, te sientes pleno, te sientes completamente correspondido, el amor de un hijo es incondicional”, dice con emoción Mauricio Islas.
“Todo lo que hacen, todo lo que dicen te llena el corazón de una manera que cuando no eres papá no lo conoces, entonces ser papá es inexplicable, una sensación maravillosa, mágica”.
Por supuesto, el actor entiende que detrás de esa magia hay ciertas obligaciones.
“También es algo de mucha responsabilidad, de miedos, porque a nadie nos enseñan a ser papás y uno trata de hacer su mejor esfuerzo. Pasas por esos momentos de duda, cuando tienes que poner límites, luego dices ¿habré hecho bien o mal? Pero se resuelve con diálogo”.
Raúl Araiza
es padre de Roberta y Camila, dos mujeres que dejaron su etapa infantil hace unos años (tienen 22 y 23 años respectivamente), y en estas más de dos décadas ha visto la transformación de su paternidad, primero, como un hombre que cuidaba, protegía, luego aquel que veía a sus hijas crecer y convertirse en adolescente, revelarse, y ahora, las ve ya encaminadas, ya maduras, la listas para vivir cada una sus propias aventuras, tomar sus propias decisiones y vivir las consecuencias. ¿hay algo que cambiaría como padre?, le preguntamos, y él señaló que siempre hay algo con lo que uno lucha.
“Creo que pude romper patrones que mi papá nos había dejado a mi hermano y a mí, realmente lo que cambiaría sería el tiempo, pero si les hubiera dado más tiempo no habrían ido a las escuelas a las que han ido, ni habrían vivido donde viven, comido lo que han comido , ni tenido lo que han tenido”, dijo el conductor.
Señaló que sus hijas son como el agua y el aceite, pero con cada una de ellas tiene una conexión especial, propiciada por él y por la madre de sus hijas. Este domingo seguramente pedirá comida a domicilio para disfrutar con Roberta, que vive con él, ya que su otra hija vive en Valle de Bravo.
Como papá me llena de gusto compartir las cosas con mi familia. Lo mejor que estoy viviendo es poder compartir con mis hijos sus proyectos”.
Mauri recuerda que los mejores momentos como padre han sucedido tanto arriba del escenario como en la vida cotidiana: Esta foto es cuando canté con Carla un dueto de un de las canciones que cantaba en Fresas con Crema en los 80 (“Como no quererte a ti”). Pero hay otra imagen en la plaza De San Pedro en Roma. Ahí consagramos nuestra familia a Dios y a la virgen de Guadalupe para que nos guíe”.
El actor se siente privileguado por haber sido un padre cercano a las vivencias de sus hijos, y confiesa que disfruta mucho "ser una familia muégano" en fechas especiales como Navidad.
"Lo que más guardo es el privilegio de ser un padre presente y de haber podido formar a mis hijos y estar cerca de ellos y verlos equivocarse, disfrutar y sobre todo poderlos amar, cuando volteas para atrás y ves la historia que has escrito, yo la verdad sonrío. Esta foto es de un 31 de diciembre, la dinámica de la familia es un poco muégano, de que nos gusta estar todo el tiempo juntos, siempre hemos tratado de pasar esta fecha juntos y mis hijos siempre quisieron incluso de adolescentes y adultos viajar con nosotros, ahora es más difícil porque como ya no viven con nosotros, ya cada quien tiene sus planes y compromisos pero siempre tratamos de estar juntos", expresó.
Ser padre era para mí un sueño, sabía que cuando fuera grande iba a ser papá, era una inquietud que siempre tuve. Cuando me hice padre por primera vez de mi hijo mayor, fue la felicidad más grande que he tenido. Cuidar de un ser humano pequeñito y saber que de mí dependía su bienestar, su seguridad, su salud, dio un sentido a mi vida y se volvió un motor, un aliciente y mi felicidad. Para mi convertirme en papá fue un sueño hecho realidad, fue sentirme realizado y lograr un objetivo muy grande que yo tenía.
Cuando te conviertes en papá te sorprendes, porque cuando quieres serlo piensas en todas las cosas bonitas, todo lo que tiene que ver con ternura, con cuidados, con cariño, con el amor; pero el ser papá viene con una responsabilidad muy grande, con muchos sacrificios, también con muchas enseñanzas que te dan ellos y que tienes que aprender, porque ningún niño viene con instructivo, conforme crecen los niños vas aprendiendo a ser papá, así como lo vas enseñando a ser un buen ser humano.
La tarea de los papás es crear buenas personas, o es lo que debería de ser, el tratar que tus hijos sean los mejores seres humanos posibles, entonces implica que tienes que dar un buen ejemplo, tienes que ser una mejor versión de ti mismo para dar ese ejemplo.
Cuando eres papá, el tiempo deja de ser tuyo y tienes que dividirlo en cuatro, porque son tres mis hijos. Ahora que estamos en cuarentena ha sido algo especial, porque cuando estamos en nuestra vida cotidiana los veo a la hora de despertarlos, pero también tienes tu trabajo, tu pasatiempos, igual que ellos, entonces su vida familiar es parte de su existencia pero no lo es todo; pero ahora que estamos encerrados y nos la pasamos tanto tiempo juntos fue interesante, porque fue un momento de darme cuenta de cosas como que el más chiquito no se sabe amarrar las agujetas, entonces este tiempo es bueno y útil porque me ha servido para conocerlos un poco mejor, para ver cuáles eran sus fortalezas, sus virtudes, sus defectos, que comidas no les gustaba, en fin, fue un tiempo enriquecedor.
El tiempo es lo único que no se puede recuperar, entonces hay que aprovechar cada momento, cada día, cada hora que está uno con sus hijos, porque además el tiempo no perdona a nadie, pasa y se le va a uno entre las patas y cuando te das cuenta, me comentan las personas que ya tienen hijos grandes; cuando te das cuenta ya dejan de ser niños, pasan a la adolescencia y ya se fueron, porque finalmente los hijos no son una pertenencia, están en tu vida pero tarde o temprano se va a ir, entonces ese momentito que están contigo tienes que formar a buenas personas.
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