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México y el mundo viven una revolución femenina en la que las mujeres salen a marchar, gritar y pintar monumentos pidiendo justicia para su género.
El entretenimiento parece que hace lo propio con series que retratan la realidad a la que millones de mujeres se enfrentan a diario en sus entornos laborales, sociales e incluso familiares.
"Desenfrenadas" es la nueva apuesta de Netflix que reúne a un grupo de actrices, entre ellas Tessa Ia, que narra el viaje por el país de cinco chicas de 25 años, a la par que van desenmarañando los diferentes tipos de abusos a los que cada una de ellas se han enfrentado sin hacerlo consciente.
Diego Martínez-Ulanosky es el encargado de este proyecto, y señaló que si bien es hombre, quería retratar esa realidad que las mujeres de su entorno y muchas más en el mundo han sufrido.
Diego sabía que si quería darle veracidad a su proyecto tendría que darle voz a infinidad de mujeres y que le contaran lo que viven y padecen en la sociedad latinoamericana. Por ello, explicó, se rodeó de muchas de ellas, con quienes trabajó en todos los aspectos de la serie, desde el guión hasta la música, pasando por la fotografía y el vestuario.
“En el proceso de guión invitamos a grupos feministas a quienes les hicimos lecturas y ellas nos daban su opinión; a veces nos daban hasta con el palo, pero así fuimos aprendiendo y creando lo más creíble el guión, que hice con Lucero Sánchez Novaro y Ashauri López. Ellas le metieron frescura a los diálogos de los personajes”, dijo.
El creador de la serie, que se estrena el 28 de febrero, explicó que aunque alaba los movimientos sociales que están haciendo las mujeres para reclamar por su seguridad y sus derechos, "Desenfrenadas" nació antes de que estos se suscitaran, por ello niega que sea una serie que se haya planeada para treparse a la conversación.
“El proyecto evolucionó, hace cuatro años el feminismo no estaba ni siquiera en la agenda política o social. No diría que es una serie feminista porque está escrita, creada y dirigida por un hombre, pero en el proceso me he involucrado con muchas mujeres feministas y otras que no lo son, que me han aportado, me han hecho estudiar mucho sobre feminismo”.
“Cada una tiene una pasión que la hace particular; Rocío es el miedo, Vera es el orgullo, Carlota es la pereza y Marcela es la gula; eso ayudó mucho a entenderlas y entender sus fobias”.
La expectativa, reconoció Diego, es que la serie incomode y continúe la conversación acerca de la igualdad de género:
“Es una serie que a primera vista es entretenida, pero conforme pasan los capítulos se vuelve más oscura. Ojalá incomode, es una historia que toca temas controversiales y eso incomoda; la manera en la que se retrata cierto tipo de abusos o aquellos que se identifican como abusadores”.