Hace más de una década, el cineasta Benito Fernández se puso a pensar cómo sería una civilización prehispánica sin que hubiera chocado con la cultura europea, pero aún así logrando su revolución industrial.

La imagen fue de pirámides gigantes, usando tecnología de punta en toda la ciudad, con todas las comodidades conocidas.

“Eso no lo había visto en ninguna parte, quizá en algún comic había temas parecidos, pero no en una película”, recuerda que pensó.

“Luego, a mi siempre me gustan las historias con niñas como protagonistas porque son inocentes, vulnerables y con un potencial enorme de estallar, de explotar. Todo mundo tenía sus princesas (en historias), pero no una mesoamericana, sin caer en la imagen rosa. Luego fue recordar la leyenda de los vikingos que llegaron a América antes que España, incluso confundidos con dioses por su cabello, pero era darle la vuelta: en lugar de que llegara un vikingo de dos metros, que fuera un niño no tan fuerte, pero que intenta serlo”, detalla Fernández.

De esa forma nació "Uma & Haggen: la Princesa y el Vikingo", película de animación mexicana que llega hoy a cines nacionales.

La técnica usada fue el 2D, que ya muy pocos usan, consistente en dibujar a mano cada una de las 24 escenas requeridas para un segundo de animación.

La producción, ante la falta de recursos, duró 13 años, pero ahora llega a cerca de 500 salas comerciales de toda la República.

¿De qué trata "Uma & Haggen: Princesa y Vikingo"?

"Uma & Haggen: Princesa y Vikingo", sigue a dos niños en un mundo mágico en el que hay villanos, desastres y hasta bestias gigantes.

Uma es la hija de un emperador que muere y se queda sola. Comienza temblores a afectar la tierra en que vive y la única manera que se mejore todo es que la sacrifiquen cuando cumpla 12.

Haggen, en tanto, es un niño de ocho años, con la piel blanca, ojos azules y rubio, que llega a la playa después  un desastre marítimo.

“Ambos personajes tienen la misma visión de salvar a su respectivo pueblo y tienen que aprender uno del otro. Dijimos que eso valía la pena contar y creo le dimos al clavo”, expresa Fernández.

En el universo de Uma & Haggen hay un gran acueducto que va de la pirámide mayor al cenote sagrado, pero aunque el agua se vea azul, está contaminada por procesos industriales que además van al subsuelo.

Es por ello que hay personajes fantásticos como una especie de hongo vivo, pero también hay en pantalla serpientes aladas de combate, montadas por guerreros.

Poco más de 30 animadores, menos de la décima parte ocupada por los grandes estudios hollywoodenses de la especialidad, participaron en la confección del largometraje. ¿El presupuesto? Fue de poco más de dos millones de dólares, promedio de cualquier producción mexicana.

“En 100 años dirán que esta es una película 2D y eso es un orgullo. El color si se hizo aprovechando la tecnología, pero eso no altera el dibujo que era completamente hecho a mano sobre hojas”, detalla el realizador.

El doblaje corre a cargo de Meli G (Mi pequeño pony) como Uma, Oliver Díaz (Los increíbles) en el papel de Hagenn; Humberto Vélez (Homero Simpson) interpretando al antagónico sacerdote; Laura Torres (Gokú niño) a la nana de Uma; Héctor Gómez Gil al mejor amigo de la protagonista; Jorge Badillo, como el capitán de guardia y Jessy Conde como líder de los honguitos.

Ahora se está trabajando en el doblaje al inglés para su venta en EU.

rad

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