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Pasadena.— Hay una galaxia muy muy lejana en la que Mark Hamill quedó varado desde los 26 años.

Es un territorio que viaja por la ficción, en donde él se convirtió en el eje del lado luminoso de la Fuerza, esa energía que conecta a los seres vivos en Star Wars. Aun así, en la realidad ese privilegio ha sido tan extenuante, como difícil de remover: cada palabra dada desde su juventud, y aún hoy a los 67 años a través de las redes sociales, está íntimamente ligada con su personaje de Luke Skywalker.

El actor debería responder una y otra vez asertivamente preguntas de fanáticos que dominan el universo de George Lucas mejor que él, y entender el rumbo que ha tomado esta saga una vez que fue adquirida por Disney. Pero Hamill no es un tipo callado, le gusta opinar aunque sus comentarios se saquen de contexto.

“Tengo una tendencia a hablar y hablar”, reconoce. “Luego pasa un tiempo y pienso: ‘¿Qué imbécil dijo esto?’, y luego me doy cuenta: ‘Oh, fui yo’. Toman mis comentarios de manera selectiva, los sacan de contexto y los usan para respaldar sus ideas: ‘Mira, Mark odia Star Wars’”.

La plática que el actor tiene con los medios del mundo se da en la promoción de la segunda temporada de la serie "Knightfall", que se estrena el próximo lunes 25 en Estados Unidos a través de History, canal que la traerá a México a finales de mayo.

La serie se enfoca en un universo totalmente terrenal, alejado de los sables y más próximo a las espadas del medioevo. Hamill es un endurecido veterano de las cruzadas que deberá poner a prueba al protagonista Sir Landry, caballero templario interpretado por el británico Tom Cullen, que lo ha perdido casi todo.

La petición especial de la producción antes de platicar con el actor es no preguntar sobre Star Wars, pero es un tema casi involutario...

“Hay una relación entre los Caballeros templarios y los jedi, ¿no lo crees?”, le pregunta alguien.

“Realmente no pensé en ese paralelismo”, responde Hamill en lo que podría ser el final de la conversación, pero continúa: “aunque la verdad del asunto es que estoy seguro de que George Lucas tuvo muchas inspiraciones diferentes, tanto del cine como de la literatura. Probablemente estaba pensando más en el Rey Arturo y en los Caballeros de la Mesa Redonda, porque es un mundo idealizado y glamoroso, que los Caballeros Templarios, pero no hay duda de que su inspiración estaba arraigada, parcialmente, en esta mitología”.

Se une a la Orden medieval. Lo que más le gusta a Hamill de su personaje en "Knightfall" es su complejidad, le pareció interesante que la fuerza que motiva a esta Orden sea tan contradictoria: defienden una causa espiritual sin importar las consecuencias. Y un poco le cuesta entender que lo hayan invitado porque se considera opuesto a Talus y porque ya se había retirado (esto lo dice de broma: “si dices eso te toman más en cuenta”).

Su agente le marcó y le dijo que le llegarían unos discos de una serie llamada "Knightfall", él preparó palomitas y se sentó con su esposa, Marilou, con la sola intención de disfrutar: “A los 20 minutos simplemente dije: ‘oh, Dios mío, tengo que estar ahí”.

Entonces comenzó su transformación: leyó algo, miró alguna película e investigó en Wikipedia, siempre con la idea de entender este mundo sin dejar de verlo como entretenimiento: Mark no quiere que se haga una apología exacta del siglo XVI.

“Nuestra primera responsabilidad es hacer algo interesante y entretenido, no dar clases y educar. Sí me pregunto cómo obtuvieron eso porque fue hace mucho tiempo, pero pasa que todo el mundo se queja de que algo está mal, como con Bohemian rhapsody, que no tiene tantos años, pero, vamos, esto tiene 500 años”.

Talus le exige una hora de maquillaje (tres cicatrices, barba y peluca), además de vestuario de la época, con capas, hombreras, cinturón y botas. Lo más, es emocional: hay una contradicción de fuerzas en su personaje difícil de asimilar.

“Mi padre estaba en el ejército y ni así conocí a nadie como Talus, personas brutales que sólo ves por la figura de autoridad. Soy un poco antagónico”, reconoce. “La paradoja es que él alienta a sus jóvenes reclutas a matar. Conozco los 10 mandamientos: no matarás. Aunque hay que entender que hay épocas completamente diferentes, mundos distintos”.

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