San Sebastián.— Desde que Nuevo orden obtuvo el León de Plata en el Festival de Venecia hace una semana, la atención de la prensa y los compromisos aumentaron, según contaron a EL UNIVERSAL Darío Yazbek Bernal y Naian González Norvind, dos de los protagonistas de la cinta del director Michel Franco.
Para Darío Yazbek, quien interpreta a Alan, estar en los únicos dos grandes festivales internacionales europeos presenciales que se han podido llevar a cabo en este año de pandemia, ha sido un milagro.
“Ha sido muy lindo ver cómo sí se pueden hacer las cosas aunque sea de nuevas maneras. Creo que hay una urgencia porque se reactive la vida”, señala el actor antes de la presentación de Nuevo orden en la Sección Perlak del Festival de San Sebastián.
Darío, quien hace mancuerna con Franco por cuarta ocasión, considera que películas como Nuevo orden son esenciales: “Porque nos dice: ‘esto es lo que puede suceder, es urgente que aprendamos algo’. Me gustan las películas que tienen riesgos porque para contar algo interesarse hay que atreverse a incomodar y abordar temas complejos”.
La cinta ha causado tanto impacto que ya se especula si logrará llegar a los Oscar, algo que Darío no ve tan lejano.
“Yo sí creo que tiene todo para hacerlo, estamos en un gran momento de la industria mexicana y se pueden hacer cosas muy buenas en nuestro país”.
Para Naian González Norvind, quién encarna a Marian, la novia que se va a casar con Alan, su personaje trata de ser un puente entre una clase social y otra.
“Es quien intenta reconciliar dos mundos. Siento que Michel nos confronta con lo peor de nosotros, con nuestras sombras, con lo que no queremos ver pero que sólo viéndolo, podemos cambiar”, reflexiona la actriz.
“Hice esta cinta porque me interesaba ser parte de una historia que hablara de la desigualdad en México”, explicó la actriz, quien se preparó leyendo y viendo cintas de bodas “que salen muy mal” como referencia.
A Naian lo que le gustaría que suceda cuando se vea la película es que la gente se niegue a dejar que esto ocurra en la realidad.
“Tenemos que empezar a escucharnos. Esta es una cinta muy franca que no defiende a una clase social por encima de la otra, ese es su acierto”, apunta.