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Al plasmar su vida como parte del documental "Inmate #1 the rise of Danny Trejo", el actor quería darle esperanza a los jóvenes y adultos que están en prisión.
Quería mostrar, además, que no importa en dónde empiezas, sino en dónde terminas.
Reconocido en la industria hollywoodense por interpretar personajes como Machete en la cinta de Robert Rodriguez, Danny pasó por una etapa difícil antes de dedicarse a la actuación a partir de la década de los 80.
Inmerso en un mundo de delincuencia, robo a mano armada y drogas, terminó cumpliendo una sentencia en la Prisión Estatal de San Quintin, vida que ya dejó atrás, y, al ser un ejemplo de superación, si bien no se ve a sí mismo como un modelo de vida, piensa que la gente sí lo hace y está orgulloso de ello.
“No puedo arrepentirme de lo que hice, creo que mi vida me hizo lo que soy hoy y estoy muy feliz de ser quien soy”, dice en entrevista con EL UNIVERSAL.
“Pienso que las cosas por las que pasé y quien fui me hacen quien soy, así que no importa dónde comiences, sino dónde terminas”, agrega.
Además de seguir la historia desde su infancia, el documental, de casi dos horas, muestra a la celebridad actual (76 años) interesada en acercarse y ser mentor de quienes hoy son adictos.
Pensando en quienes se siguen encaminando hacia el crimen, sobre todo en países como México, el actor de ascendencia mexicana les tiene un mensaje:
“Lo que le diría a los jóvenes es que en el camino en el que están, he estado yo y es un callejón sin salida”, sentencia.
"No puedo arrepentirme de lo que hice, creo que mi vida me hizo lo que soy hoy, no importa dónde comiences, sino dónde terminas”
Danny Trejo
Actor
“El lugar en el que están termina en la cámara de gas, si continúan ahí eso es lo que va a pasar pero, si te detienes, nadie sabe qué va a pasar pero va a ser bueno. Con Diosito de tu lado nada puede lastimarte”, comenta.
Fuera de los reflectores
El nombre de Trejo no sólo está ligado a la actuación sino también a la gastronomía. Bromeando con un amigo productor, a quien conoció mientras hacía una película de bajo presupuesto, le dijo que abriría un negocio llamado Trejo’s Tacos, que hoy no sólo existe sino también tiene un libro de recetas del mismo nombre. El sueño hoy suma siete restaurantes, una tienda de donas y sigue creciendo.
“Mi mamá y yo siempre bromeábamos sobre tener un restaurante pero en los 50 las mujeres no trabajaban, eran amas de casa, especialmente si tu esposo era mexicano”, dice.
“Siempre que hablábamos de un restaurante, mi papá decía: ‘mira, hay una cocina ahí mismo, cocina algo’, era la versión mexicana de Archie Bunker”.