Daniela Romo regresará a las villanías con la telenovela Amor amargo, en donde será abuela.
En la vida real no lo es, y por esta razón se le complica entenderle a la tecnología, señaló la actriz, incluidas las redes sociales como TikTok, que son herramientas a la que han incursionado colegas como Erika Buenfil y Victoria Ruffo.
“Tengo un teléfono viejo y antiguo que nada. ¿Alguna vez me has visto con el teléfono en la mano? Yo no tengo ese acercamiento, esa facilidad, me da gusto por quien lo pueda hacer, pero influye otra cosa: mis nietitos y nietas son de a mentiras, yo no tengo en casa”.
En entrevista durante el claquetazo por el inicio de grabaciones de este melodrama, la actriz y cantante recordó que cuando estaba en la novela El hotel de los secretos Queta Lavat le presumía que era más moderna que ella.
“Yo venía cargando todos mis libretos y arrastrando todas las cosas y ella me decía: ‘si serás tonta, mira aquí están todos mis diálogos’ y me enseñaba su teléfono; era vanguardista pero tenía nietitos que la ayudaba, si tienes a alguien en casa que te esté enseñando es más fácil, yo a duras penas puedo”.
La intérprete de 64 años está inmersa en la memorización, ensayo y grabación de dicha novela de Televisa producida por Pedro Ortiz de Pinedo, que se estrenará en noviembre próximo a las 18:30 horas por Las Estrellas.
“Se llama Amor amargo y lo amargo soy yo, la amargada soy yo, porque tengo una envidia, porque imagínate éste (Andrés Palacios) enamorando a mi nietita tan divina (Ana Belana)... tiene envidia porque de alguna manera fracasó en el amor y la reciprocidad de ese sentimiento”.
Con este rol antagónico, Daniela Romo le rendirá tributo a Ofelia Guillmáin.
“Quería hacerle un guiño a manera de homenaje a su abuela (del realizador). Con ella no compartí escenario, pero sí muchas cosas; la he admirado siempre, me falta mucho para llegar ahí”.