“Yo tenía que esconderme abajo de la mesa con las primeras telenovelas que vi en la casa de mi abuela, era a lo que teníamos acceso, o cuando nos llevaban al cine o al teatro”, recuerda entre risas Daniela Romo en entrevista.
Ahora, a 60 años de esos tiempos en los que se interesaba a escondidas por las historias en televisión, sigue creyendo en ese formato que, dice, la unió con su familia, el mismo que fortaleció durante años a las familias de México y otros países a donde se exportaban las historias de Televisa.
“Antes una familia compraba un televisor y tú (de niño) eras el control remoto, el que cambiaba los canales. Todos se juntaban para ver una cosa y después cada uno tenía un televisor en su cuarto. Ahora no importa, porque cada uno tiene su teléfono y ve cosas diferentes, ya no existe ese intercambio de ideas”, lamenta.
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Por eso, a sus 65 años, sigue motivada con el hecho de participar en proyectos como su actual telenovela "Amor amargo", con el objetivo de reunir nuevamente a las familia y lograr que disfruten juntos frente al televisor.
“Me choca un poco el streaming porque se consume de otra forma. Y las telenovelas siguen siendo, por suerte para nosotros los que las hacemos, algo más íntimo, más familiar, más comunitario”.
A esta motivación de regresar a las familias el interés por las historias en la tv se suman en Daniela las ganas de volver a crear nuevos personajes, incluso después de momentos complicados en su vida, como la pérdida de su amiga Tina Galindo, el pasado 29 de enero de 2024.
Aunado a esto, a la también cantante se le presentaron problemas de salud durante las grabaciones del melodrama, donde, por dolores en la espalda, tuvo que ser intervenida de la columna.
“Llegué a este proyecto con varias cosas en mi vida que no se acomodaban: mis problemas, mis pérdidas. Pero llegó la emoción de empezar algo; ha sido un refugio inmenso. Hay un recorrido muy bonito en intentar hacer este personaje (Leonor) que tiene sus dificultades”, indica.
En "Amor amargo", que se emite de lunes a viernes a las 18:30 horas, Daniela, quien tiene el primer crédito, protagoniza una historia sobre amor y traición ambientada en los pueblos de Querétaro y en la producción de cacao.
Romo interpreta a la villana principal, Leonor, una mujer vengativa que no quiere cerca de su familia a un hombre que ponga en riesgo su patrimonio.
“Esta mujer es un personaje hermoso. Cuando leí los primeros libros dije: ‘ah, es diferente, porque es una mujer que concatena sus errores y sus malas ideas, sus cosas malas sin querer, por orgullo; quiere que nadie vea que es vulnerable y tiene sentimientos”.
Pero lo que más ha tocado a Daniela respecto a su personaje es, precisamente, el choque generacional y la importancia del legado que sucede en la trama.
“Llega un momento en el que (a Leonor) las cosas se le salen de las manos y afecta a personas de otra generación. Eso es fuerte, pero es verdad. Hay muchos abuelos nuestros que nos han tocado, nuestros padres nos han tocado sin querer con sus decisiones”, reflexiona.
Por ello, piensa que Leonor es una oportunidad de mostrar al público cómo una serie de decisiones que vienen desde el rencor y el odio pueden afectar a otros.
“Por eso siempre hay que tener cuidado y ser responsables con nuestros problemas personales. De eso se trata ser actor o cantante... Hay cosas que de repente dices, ‘¿cómo? Nunca me lo había planteado de esta manera’, así que esa es la belleza de la creatividad. Porque encuentras cosas que a veces no imaginabas, y te lo replanteas y creces”, apunta la actriz.
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Daniela Romo, renovada
Tras dejar atrás la silla de ruedas que utilizaba debido a su intervención de columna por una caída, y unos días de descanso, la actriz volvió a las grabaciones al lado de sus compañeros con quienes partió la tradicional rosca de reyes.
Estelarizado también Ana Belena y Andrés Palacios, la historia producida por Pedro Ortiz de Pinedo se ve por Las Estrellas.