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No es por intrigar pero Cynthia Klitbo está al aire por todos lados.
Ahora mismo está transmitiéndose en EU y varias partes de Latinoamérica algunos de los más recientes capitulados en los que ha participado en los últimos dos años. En la cadena TelevisaUnivisión y sus filiales hispanas en USA está al aire con Minas de pasión, una realización de Pedro Ortíz de Pinedo, y Vino el amor, producto de José Alberto Castro.
En plataformas se estrenará La Lola, una producción de Ana Celia Urquidi y Joshua Mintz. Por si esto fuera poco, está en pleno rodaje de la versión mexicana de Jane the virgin, producción de Carlos Bardasano y Jorge Sastoque, que se estrenará por VIX en el verano de este año. Además, se ligará con una producción cinematográfica y luego una obra de teatro en octubre.
De donde quiera la llaman para trabajar: Canadá, Argentina, Colombia y Perú la buscan. No siempre le alcanza el tiempo, pero por lo menos hasta mediados de 2025 no tendrá vacaciones. Esto es el resultado de un continuo ejercicio profesional y una brillante e ininterrumpida trayectoria.
Nacida un 11 de marzo, Cynthia fue bailarina de profesión desde los nueve años. Hija de padre Danés y madre mexicana, nacida en Zacatecas, vivió durante su niñez en Brasil y Argentina. Sus inicios fueron como conductora en un programa juvenil de televisión. Hizo comerciales y de manera casi casual un día un agente de talento la vio en la Escuela Nacional de Danza y la invitó a hacer una audición para teatro y, luego de eso, se quedó con el protagónico de una tragedia griega.
Continuó preparándose en el terreno histriónico hasta que llegó la primera oportunidad de trabajo en telenovelas: Vivir un poco (1985), Cómo duele callar (1987), Amor en silencio (1988), Mi segunda madre (1989) y Yo compro a esa mujer (1990) fueron los primeros melodramas que la lanzaron a la fama. Su gran momento vino con Cadenas de amargura (1991), interpretando a Sofía Gastelum.
En 1995 llegó su gran momento como antagonista de La dueña, telenovela protagonizada por su gran amiga Angélica Rivera. Ese fue un parteaguas en su destino profesional, pues llegaron varias villanas que marcaron irreversiblemente su camino como en Alguna vez tendremos alas (1997), la emblemática El privilegio de amar (1998), Velo de novia (2003) y Peregrina (2005), entre otras.
Su pasión por el teatro la ha llevado a estelarizar exitosas temporadas como actriz y productora, como Rosas de dos aromas (2000 y 2016), ¿Por qué los hombres aman a las cabronas? (2008), La piel en llamas (2009) y Caricias perversas, barroco (2015).
En su vida personal, la Klitbo ha estado casada en cuatro ocasiones: con Jorge Antolín (1987-89), Francisco Gatorno (1995-97), Rubén Lira (2005-07) y David Gerstein (2012-16).
Lo cierto es que hoy por hoy, Cynthia Klitbo está en más de cinco proyectos profesionales al mismo tiempo, y ya todo lo demás es lo de menos.
Para cerrar, otra nota corta: Mucho se ha criticado sobre la impactante transformación física de Eiza González . Efectivamente, es muy notorio que ya no es, ni de lejos, la que solía ser. Desde que terminó su participación en la telenovela Lola, érase una vez (2007), la actriz y cantante mexicana ha modificado su fisonomía y corporalidad constantemente. Así fue desarrollando su carrera, hasta que a finales de 2013, se mudó a Los Ángeles, en donde poco a poco ha escalado a personajes con mayor importancia.
En 2018 logró una interesante interpretación en Bienvenidos a Marwen, dirigida por Robert Zemeckis. Perseverante, en este 2024 protagonizará La fuente de la juventud, al lado de John Krasinski y Natalie Portman.
¡Esto sí es trascendental, no sus supuestas cirugías plásticas!
Pregunta de la semana pasada: ¿Actor que nunca logró congratularse con la producción de El maleficio, ni siquiera llevando regalos el último día grabaciones?
R: Fernando Colunga.
Pregunta de la semana: ¿Actriz que impide a periodistas acercarse a ella, con lujo de violencia de sus guardaespaldas?