Ese día de julio de 2004, Will Smith no se dirigió a nadie en inglés. Preocupado por sus clases de español, solicitó a todos los que llegaban con él hablarle en ese idioma, aunque en varias ocasiones no captara la esencia del mensaje.
El actor estaba promocionando en la Ciudad de México su cinta "Yo, robot" y la distribuidora había elegido un hotel cercano al bosque de Chapultepec para todas las actividades promocionales del filme y que ahí durmiera.
Era la segunda ocasión, en dos años, que el actor nacido en Filadelfia pisaba suelo mexicano, pues previamente había estado en el lanzamiento de “Hombres de negro II” y asistido con Adal Ramones a “Otro rollo”.
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"Tengo mi maestro de español aquí conmigo, quiero aprenderlo para entrevistas; la mayoría de la gente en EU habla un idioma, pero yo quiero dos", dijo en esa ocasión.
Así que cuando tuvo la oportunidad de estar de nueva cuenta en países latinoamericanos gracias a la película de ciencia ficción, estaba dispuesto a poner en práctica sus avances. Cierto que en la conferencia del filme apenas y habló cosas en español, pero ya en las entrevistas particulares, pedía de favor las preguntas en ese idioma.
Con traductor a la mano, Smith se sentaba frente a su interlocutor, apenas a unos cuantos centímetros, y ladeaba la cabeza para escuchar mejor las palabras y tratar de entenderlas.
"Sólo despacio, sólo despacio", decía sonriendo.
Quien llevaba preguntas en inglés se quedaba con las ganas, y en lugar de hacer no menos de cinco preguntas, en siete minutos que se tenían con el actor, en promedio se llegaban a articular tres, porque Will estaba empecinado en responder en español.
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"Ando practicando mi español", argumentaba.
Pero eso no impedía que quien lo entrevistara no saliera con algo de información. Sí tenía, como la mayoría de actores, respuestas ya ensayadas, pero siempre estaba alerta para contar algo que no hubiera dicho o al menos, no tan seguido.
"Si en mi anterior disco usé guitarra de mariachi en una canción, en el siguiente quiero hacer más", respondió en algún momento.
"Los premios son bonitos, pero a mí me gusta más estar en centros comerciales y ver a la gente", dijo recordando su nominación al Oscar por “Ali”, un par de años antes.
En 2019, Smith estuvo rodando escenas de “Bad boys 3” en Morelos, Estado de México, y en Ciudad de México. En Naucalpan la gente lo reconoció, lo rodeó y él agradecía el gesto en español e inglés.
Después, él mismo colgó en su cuenta de Instagram un video cantando en perfecto español “La Bamba”. Su petición de 2004 en México de algo sirvió.