¿Qué pasa cuando los actores interpretan a un narcotraficante y su trabajo es tan convincente que hasta los mismos mafiosos reales, se les acercan para invitarlos a convivir con ellos?
Joaquín Cosío, el "Cochiloco" de "El infierno" y Mauricio Ochmann, protagonista de "El Chema", lo han experimentado y el susto nadie se los quita.
Aquí te presentamos lo que les ha ocurrido a algunos de ellos, incluido el tener que luchar para no ser encajonados en ese tipo de papeles.
En 2015, el actor de "Matandos Cabos" y "Pastorela" relató a EL UNIVERSAL algo que le ocurrió en Fresnillo, Zacatecas y que por fortuna no pasó a mayores, pues algunos amigos le ayudaron a salir de ello.
"Hay gente que me ha dicho: 'me dedico al negocio e igual mi familia, pero te saludamos'. Una vez alguien en Fresnillo me dijo: “nosotros somos los de a deveras y te invitamos a una fiesta”, yo decía que no podía y ellos me agarraban y jalaban, por fortuna unos amigos me ayudaron a salir", contó.
Otra cosa que le ocurre es que sus fans, a veces, le hacen la extraña petición de saludarlos pero con la voz del "Cochiloco" y le piden que los maldiga, pues se les hace divertido.
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Al actor lo llegaron a interceptar en una carretera. Iba camino a un evento cuando, en una gasolinera, alguien se acercó a su ventana y le dijo rápido: "el patrón lo quiere conocer".
Llevaba apenas unos pasos cuando llegaron varias camionetas, de una de las cuales descendió un hombre que le llamó por el nombre del personaje y le pidió un abrazo. Y ya.
Cuando Ochmann buscó vía internet con quien se había topado, se dio cuenta que era alguien pesado. A esa persona lo asesinaron meses después.
"Imagínate que esa disputa se hubiera dado ese día. Hay cosas que te cimbran y pues nada, es nuestra realidad", dijo en una entrevista con Jordi Rosado.
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Al intérprete de Joaquín Guzmán Loera "El Chapo", en la serie de Netflix titulada como el sobrenombre del narco, no le ha pasado lo que a Cosío y Ochmann, pero si busca proyectos distintos para no encajonarse.
Ya filmó una historia de fantasmas en Argentina y sigue en la búsqueda de una comedia que le quiten de una vez por todas, la posible ancla que haya significado el papel del narcotraficante.
"Es para darle la vuelta a la tortilla y vean a Marco de la O como actor no como el Chapo", dice quien hace dos años fue visto en cine como un padre preocupado en la más reciente entrega de "Rambo", al lado de Sylvester Stallone.
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